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Las harinas cárnicas serán eliminadas en cementeras

El consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, presentó ayer los resultados de eliminar harinas cárnicas a través de su quema en cementeras. La experiencia fue valorada por el titular de Medio Ambiente de la Generalitat, quien anunció que los resultados han sido tan satisfactorios como para decidir que las cementeras sustituyan a los vertederos en el proceso de destrucción de esas harinas prohibidas para el alimento de cualquier tipo de animal y de las que hay toneladas almacenadas.

El análisis de las sustancias emitidas por las cementeras -realizado por el Instituto Cerdà- tras utilizar como combustible las harinas cárnicas ha revelado, según Fernando Modrego, que se encuentran por debajo de los límites establecidos por la Ley de Protección del Ambiente Atmosférico.

La quema de las primeras harinas cárnicas en cementeras se inició entre los meses de junio y julio en las instalaciones de Buñol y Sant Vicent del Raspeig. 'Los resultados avalan el uso de este método, que en un futuro sustituirá a los vertederos con el seguimiento de los procedimientos aconsejados por la Unión Europea', afirmó Modrego.

En vías de desaparición

La primera consecuencia de esa sustitución será el cierre de los vertederos que a tal fin se localizaron en Aspe, Alcora y Alpuente. De momento, las cementeras de Buñol, Sant Vicent del Raspeig y Sagunto (cuyos niveles de emisión serán medidos próximamente) han utilizado como combustible 4.303 toneladas de harinas cárnicas, una cantidad muy inferior a las 18.638 que tuvieron por destino los vertederos.

Las cementeras de la Comunidad firmaron un convenio con la Consejería de Medio Ambiente y la de Agricultura el pasado 22 de febrero. El objetivo de ese acuerdo era encargarse de la quema -la utilización como combustible- de los miles de kilos ya fabricados de harinas cárnicas cuyo uso quedó terminantemente prohibido para la alimentación de cualquier especie animal a primeros de este año. En el convenio se estableció que las cementeras destruyeran al año unas 40.000 toneladas de harinas cárnicas. La utilización como combustible de las harinas cárnicas ha exigido la adaptación de algunas de las instalaciones de las cementeras, 'con las consiguientes dificultades tecnológicas y de gestión'.

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Las reservas sobre la utilización de las harinas cárnicas como combustible se centraban en el análisis de las emisiones que de ello se derivaran. Fernando Modrego insitió ayer que dichas mediciones están por debajo de los límites. 'Las muestras obtenidas de las dos factorías se han comparado con los parámetros fijados para la incineración de residuos urbanos y con los que se establecerán en la directiva sobre la quema de harinas en entrará en vigor en el 2005', explicó en consejero de Medio Ambiente.

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