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Condenados a 21 meses de cárcel dos jóvenes que amenazaron a San Gil

Otros dos serán juzgados como menores

La Audiencia Nacional ha condenado a Unai García Cizarda y Ekaitz Aguirre Goñi a 21 meses de prisión y 250.000 pesetas de multa por los delitos de amenazas y resistencia a la autoridad, cometidos con ocasión de una manifestación celebrada el 3 de agosto de 2000 en San Sebastián, en la que los dos amenazaron de muerte a la teniente de alcalde del Ayuntamiento donostiarra, María San Gil, presidenta del PP de Guipúzcoa.

Los dos condenados, ambos de 19 años de edad, pactaron con la fiscal Blanca Rodríguez una rebaja en las peticiones de pena -dos años de prisión por las amenazas y de diez meses de cárcel y 500.000 pesetas de multa por la resistencia a la autoridad- y se conformaron con la pena que finalmente les fue impuesta.

Uztariz Betelu y Urtzi Zubizarreta, también implicados en las amenazas de muerte a San Gil, eran menores de 18 años cuando ocurrieron los hechos y deberán ser juzgados por el juez de menores.

Los cuatro jóvenes participaron en la citada manifestación no autorizada, cuya finalidad era enfrentarse a otra sí autorizada convocada por la plataforma ¡Basta ya! en protesta por varios atentados cometidos por ETA.

Los procesados llevaban una pancarta en euskera con la inscripción 'Da la palabra al pueblo vasco', y al llegar al lugar en el que estaban concentrados los de ¡Basta ya!, a cuyo frente se encontraba San Gil, empezaron a dar gritos de provocación y en concreto 'María San Gil, jo eta bertan hil' (María San Gil, matarla ahí mismo) y 'ETA mátalos', además de vivas a la organización terrorista y otras consignas. Cuando la policía autónoma intentó disolver la manifestación, los acusados ofrecieron resistencia activa, forcejeando y empujando a los agentes.

María San Gil mostró ayer su satisfacción por la resolución del proceso 'para que se vea que la impunidad no es absoluta y que hay leyes que cumplir'. 'Mi voluntad no es que la gente vaya a la cárcel como si fuera la única solución', agregó la edil donostiarra, quien añadió: 'Lo bueno de que esta gente vea que no son inmunes es que su actitud es bien distinta desde el momento en el que cumplen una pena. Así no irán amenazando de más a cualquiera'. Respecto a la rebaja de pena, San Gil puntualizó: 'Entiendo que tendrían que dar las gracias, porque éste ha sido un acto de buena voluntad'.

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