Un menor inmigrante asegura que la Generalitat le pagó un viaje a Bilbao
Justicia explica que son los jóvenes los que van de una ciudad a otra
El menor magrebí Jamal A. aseguró ayer que un educador de la Dirección General de Atención al Menor de la Generalitat le pagó un billete de autocar con destino a Bilbao para que fuera atendido por las instituciones de Vizcaya. El menor, apoyado por entidades cívicas de Nou Barris, asegura conocer al menos 10 casos de menores que han viajado a Bilbao en parecidas circunstancias. La Generalitat negó ayer las acusaciones y aseguró que son los propios menores quienes por voluntad propia se mueven de una ciudad a otra.
Jamal A., que hoy cumple 18 años, cuenta con el apoyo de una veintena de entidades cívicas de Nou Barris para evitar que pueda ser expulsado. El movimiento asociativo de este distrito barcelonés y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona han pedido al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), José María Mena, que investigue el caso de este joven. Él asegura que un educador que trabaja supuestamente para la Dirección General de Protección al Menor le entregó un billete de autocar el pasado día 20 de septiembre para que viajara a Bilbao y le dio las instrucciones de que al llegar a la capital de Vizcaya rompiera el billete y no dijera que había pasado por Barcelona.
Jamal dice conocer a otros 10 chicos que a su vez viajaron a Bilbao siguiendo el mismo procedimiento. El educador aludido y el conductor de un vehículo oficial de la Dirección General acompañaron al menor, según contó ayer éste, a la estación de autobuses del Norte. Aprovechando la parada que el coche de línea efectuó en Sants, Jamal se apeó y se puso en contacto con una asociación de Ciutat Vella que conocía.
Jamal A. ya ha encontrado una familia en Nou Barris que le ha acogido. Según explicó ayer él mismo, después de tres meses ha podido al fin dormir tranquilo. A su llegada a Barcelona, tras viajar en una patera desde Tánger a Tarifa, Jamal A. acudió al Servicio de Protección del Menor. El joven marroquí asegura que le enviaron a un centro de día, donde pasaba las horas viendo la tele. Por la noche pernoctaba en el albergue Ramon Turró, pero a veces acababa durmiendo en la calle porque las plazas de este centro estaban llenas.
Conforme iban pasando los días, según asegura el menor, empezaron a advertirle distintos empleados de que antes de alcanzar la mayoría de edad le convenía marchar a Bilbao, donde le aseguraban que no habría problemas para acogerlo. Jamal hizo caso omiso a las advertencias, hasta que el día 20 le entregaron el billete y le dijeron que le acompañarían a la estación del Norte.
Lourdes Ponce, portavoz de la plataforma Nou Barris Acull, manifestó ayer que no es la primera vez que un menor inmigrante se pone en contacto con la entidad para denunciar que educadores de la Generalitat le han entregado un billete para que marche a otra comunidad autónoma.
Tajante negativa
Representantes de la Dirección General de Atención al Menor han sido tajantes al negar no sólo que desde Cataluña se manden menores a otras ciudades españolas, sino que desde otras comunidades autónomas se les anime a trasladarse aquí. De acuerdo con un portavoz del citado departamento, no es la primera vez que un inmigrante responsabiliza a un gobierno autónomo de entregarle un billete para que se vaya a otra comunidad. En la Dirección del Menor desmienten rotundamente que algo así se produzca e insisten que en todos los casos en que un joven se traslada a otro lugar le aguarda un empleado de servicios sociales que se hace cargo de él desde el primer momento. Unicamente, según destaca el portavoz oficial, proponen trasladar a otra ciudad a algún chico cuando anteriormente estuvo allí y era objeto de atención especial por parte de los servicios sociales. En estas situaciones, añaden, antes de enviar a un menor siempre se ponen en contacto con los servicios sociales que operan en el lugar de destino para que se hagan cargo del joven desde el instante mismo de su llegada. Respecto al programa de acogida de menores inmigrantes que impulsa el Departamento de Justicia, fuentes de la propia Generalitat reconocían ayer que no está teniendo la respuesta esperada, ya que por ahora un número muy reducido de familias inmigrantes -que no pudieron precisar- se han mostrado interesadas en acoger a alguno de estos chicos. Inicialmente se pensó que los núcleos familiares de origen magrebí podían facilitar a los recién llegados su integración al compartir la misma cultura y religión. Pero, por ahora, no se están cumpliendo las expectativas que inspiraron el programa.
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