Los socialistas esperan que los ataques no desvíen la atención electoral, porque beneficiaría al PP

Los socialistas confían en poder dejar a un lado la guerra en Afganistán para que la campaña no se les vaya de las manos. Sus dirigentes admiten que, al desviar la atención y desmotivar a los gallegos, la situación internacional puede favorecer al PP. Además, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, utiliza constantemente la incertidumbre que crea la guerra en su provecho y pide el voto 'para evitar acontecimientos como los de Kabul y Nueva York'. Aun así, el PSdeG cree que, al margen de la desmotivación, la guerra 'daña más al BNG' porque en este asunto la 'manipulación' del PP puede deteriorar con más claridad la imagen de los nacionalistas.

Antes de estallar la guerra, el PP ya había diseñado una campaña de desmotivación, 'anodina', según el PSOE, para que los gallegos vuelvan a votar a Fraga porque el escaso pulso de la campaña les impida ver una alternativa. 'El PP tiene la habilidad de aparecer como algo inevitable', admitió el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, en una comida con colectivos sociales de Ferrol. Este es un nuevo problema para el PSOE, y la única solución es seguir ofreciendo propuestas para situarse como alternativa creíble.

El candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, confió ayer en que los gallegos sepan huir de 'las llamadas al miedo' y a 'mirar para otro lado' que ofrecerá el PP tras la guerra en Afganistán: 'Todos estamos preocupados por la guerra. Pero en la campaña tenemos que hablar de los problemas de los gallegos, con visión de futuro, ofreciendo seguridad. No podemos inyectar miedo a Galicia'.

Touriño lanzó ayer una nueva oferta electoral. Prometió que el primer año de su gobierno destinará 4.000 millones de pesetas para que los libros de texto sean gratuitos en las escuelas gallegas. Poco a poco, dijo, se iría consiguiendo que los 315.000 alumnos de toda Galicia no tengan que pagar por sus libros, lo que costaría 6.500 millones anuales. Este dinero saldría, según Touriño, de la 'eliminación de la administración paralela y los chiringuitos' que ha montado Fraga, que cuestan 40.000 millones de pesetas anuales.

Otra de las imágenes que quiere ofrecer el PSOE es la de un partido unido, y ayer fue especialmente simbólico el mitin conjunto de Touriño y el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, en Betanzos.

La comparación con las ofertas electorales de Fraga le llevó a Touriño a llamar 'feria de la estafa' lo que está haciendo el presidente de la Xunta. El candidato socialista considera 'un insulto a los parados' el anuncio de que el PP destinará 40.000 millones para contratar a todos los desempleados que lleven más de seis meses en esa situación. El PSOE recuerda que, hace cuatro años, Fraga lanzó a bombo y platillo la promesa de una pensión para todas las amas de casa gallegas de la que no se ha vuelto a saber nada.

Touriño unió esta idea de la 'estafa' de Fraga a la lucha por la sucesión del PP gallego. El candidato popular, según Touriño, reconoció ayer implícitamente, en la entrevista a EL PAÍS, que ya tiene preparada la sucesión y que 'la ejecutará en breve'. Esto es algo que convierte al presidente de la Xunta en un 'candidato fantasma', porque en realidad quien gobernará es su sucesor, aunque todavía no haya sido designado.