Trenes
Señores Ruiz-Gallardón y Álvarez del Manzano: me dirijo a ustedes desde mi sentimiento de ciudadana de segunda clase para darles las gracias por la limosna consistente en el traspaso de los trenes viejos de la línea 8 a la línea 5.
Llevamos años esperando trenes nuevos, pero mejor ropa usada que ir desnudos.
Lo más indignante es que también llevamos años pagando las mismas tarifas que los ciudadanos de primera clase que reciben ropa nueva y, en el caso de la línea 8, ropa de fiesta: trenes de la serie 8.000 con la más reciente tecnología y llenos de pijadas innecesarias, que nos han costado a los madrileños 6.914 millones de pesetas, para que ustedes presuman de modernidad. En cualquier caso, muchas gracias, y si sobra algo más, aunque sean unos autobuses, acuérdense de nosotros.
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