El BNG responde a las acusaciones de sectarismo de sus adversarios con un programa 'para todos los gallegos'

'Hoy lo más necesario es restaurar nuestra dignidad de gallegos', insistió ayer Xosé Manuel Beiras, el candidato nacionalista a la presidencia de la Xunta, en el mitin que ofreció en Viveiro (Lugo), donde de nuevo subrayó los aspectos integradores de la oferta política del Bloque Nacionalista Galego (BNG), explícitos en los eslóganes de su cartelería electoral y en la frecuencia y buen cuidado que ponen los oradores en señalar a 'todos' o a 'todos los gallegos y gallegas' como destinatarios de su mensaje. Trata de despejar así todo atisbo de sectarismo, que precisamente es una de las nociones más insistentes también en los discursos de los candidatos populares, sus principales adversarios.

El BNG canaliza y complementa esa propuesta integradora de su proyecto -'para todos, nacionalistas y no nacionalistas'- con una campaña de sesgo 'horizontal', de contacto y diálogo permanente con las bases sociales, 'de la que estamos muy satisfechos porque vamos observando una gran receptividad', según apuntaba ayer Mario López Rico, uno de los principales valedores de esa estrategia que incluye sus buenas dosis de didactismo sobre lo que es y debe ser la función política, 'el problema primordial de Galicia', sentenció ayer Beiras.

Los problemas económicos, sociales, culturales o de cualquiera otro signo resultan secundarios, según el candidato nacionalista, frente a la tónica de quienes conciben la política como una carrera y no tienen el menor empacho, una vez en el poder, en defraudar y traicionar los compromisos que contrajeron ante los ciudadanos para captar sus votos.

'Si alguien defendió los intereses ciudadanos en Galicia fueron los propios ciudadanos, por su cuenta, y el BNG, que lideró sus movilizaciones y que ahora es la única fuerza que puede sacar al país del pozo en que lo metieron', dijo Beiras. 'Buscamos el respaldo de la mayoría social para trasladar su representatividad a la política, para abrir las ventanas, oxigenarla y enderezar el rumbo del país', añadió. Y ello pasa por 'liberar la costra que le echó encima Fraga con su política durante estos 12 años'.

El Partido Popular y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, siguen ocupando la diana contra la que el candidato nacionalista dirige sus más ácidas invectivas. Ayer tachó al presidente de la Xunta en funciones de 'brutal, autócrata, soberbio con los ciudadanos de abajo, y servil, cobarde y desertor de la defensa de sus intereses cuando comparece y tendría que hacerlos valer como presidente de la Xunta ante el Gobierno Aznar'. De ahí, según Beiras, el problema político, que él liga a la necesidad de restaurar 'nuestra dignidad de gallegos', reconocida en el Estatuto de Autonomía y en una Constitución 'que Aznar y compañía están derogando cada día, vaciándolos de contenido, mientras nos acusan a nosotros de no acatarlos'.

Ni el Estatuto de Autonomía, ni la Constitución, ni las instituciones están sirviendo para lo que se hicieron, prosiguió Beiras, cuando quienes detentan el poder tienen esa primera obligación de aplicar sus contenidos y funciones. 'Está produciéndose una dejación absoluta de las competencias del Parlamento, no quieren legislar de acuerdo con los intereses de Galicia, y esto permite que además acepten sin rechistar cuanto el Gobierno de Aznar les quiera colar. De hecho, a unos y otros les interesa vaciar el Estado, que es lo que están haciendo en un delirio de irracionalidad', sentenció.