El PNV dice que su grupo local rechaza ya la consulta de la central de Amorebieta
El partido se muestra convencido de que no se celebrará
El PNV está convencido de que la consulta popular en Amorebieta sobre la central energética que la empresa irlandesa ESB pretende instalar allí no se celebrará finalmente. El presidente vizcaíno del partido, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que el grupo municipal peneuvista, hasta hace poco contrario al proyecto, ha cambiado de postura y 'hará todo lo posible para que no haya consulta'. Urkullu rechazó que haya habido una convocatoria oficial de la consulta, puesto que el anuncio difundido por la alcaldesa fue sólo una 'declaración de intenciones'. El PNV reunió ayer en Bilbao a 250 cargos públicos internos para debatir sobre los planes energéticos que se encuentran en marcha en Vizcaya.
El anuncio de la alcaldesa de Amorebieta, la peneuvista Begoña Azarloza, realizado el pasado 13 de septiembre, de convocar una consulta para el próximo 20 de enero con la pregunta '¿Está usted de acuerdo en la instalación de la central térmica de ciclo combinado en el barrio de Boroa?', ahondó las divergencias entre el PNV y sus representantes locales sobre este proyecto, considerado 'estratégico' por el partido y el Gobierno vasco. Meses atrás, en junio, la junta local votó en contra de la central tras hacer caso omiso al propio presidente del partido, Xabier Arzalluz, su dirección vizcaína y la Diputación foral.
La situación, según explicó ayer Urkullu en una rueda de prensa en Bilbao, ha cambiado. La junta municipal, en la que la alcaldesa se apoyó para anunciar la consulta, respalda ahora la central y, a su juicio, este nuevo criterio es 'lógico si se ve el análisis en el tiempo transcurrido. Se ha trabajado con la organización municipal para que entienda las razones [para construir la planta] y las comparta'.
El presidente de la ejecutiva vizcaína, a quien acompañaban en la comparecencia el consejero de Industria, Josu Jon Imaz, y el teniente de diputado general vizcaíno, José Luis Bilbao, añadió que la junta municipal 'acepta las reglas de juego' del PNV y 'hará todo lo posible para que no se celebre la consulta'. Por ello, contestó con un 'no me preocupa' a la posibilidad de emprender medidas disciplinarias contra los dirigentes locales.
Urkullu incidió en que el referéndum, anunciado mediante un comunicado oficial del Ayuntamiento, no había sido aprobado por el pleno municipal y que ni siquiera existe un decreto de alcaldía convocándolo. 'Fue una declaración de intenciones de la alcaldesa aludiendo a que lo hacía porque no había consenso interno entre los partidos [de Amorebieta]. Pues bien, en el PNV las cosas están claras y se apuesta por el proyecto', recalcó.
Destacó que el proyecto de ESB, una central de ciclo combinado con una potencia de 750 megawatios y una inversión de casi 70.000 millones de pesetas, reúne todo los requisitos técnicos, urbanísticos y medioambientales. Por ello, afirmó que la concesión de los permisos municipales de actividad y de obras -las únicas licencias pendientes para iniciar las obras- es 'un acto reglado. No cabe la consulta popular y creo que va a ser así'.
250 cargos públicos
Urkullu negó que la reunión de ayer en Bilbao de 250 cargos peneuvistas, entre responsables de agrupaciones locales, alcaldes y representantes públicos, pretendiese convencer a todos sobre la conveniencia de la planta energética de Amorebieta, porque 'cuando se trata de proyectos concretos ya ha habido reuniones específicas, como con las agrupaciones de la Margen Izquierda y también con la de Amorebieta'. Precisó que el cónclave perseguía explicar la importancia de la decena de proyectos energéticos previstos para los próximos años en Vizcaya, como las plantas de ciclo combinado en el Puerto de Bilbao (las conocidas como bahías), el de IGCC de Petronor en Muskiz, la térmica de Santurtzi o la incineradora de basuras de Zabalgarbi en Bilbao. Todos ellos, planes 'estratégicos' y una 'clara apuesta' de la dirección del PNV, como también destacaron Imaz y Bilbao. Urkullu enfatizó la necesidad de lograr la autosuficiencia energética de Euskadi, que ahora sólo genera el 2,2% de lo que consume.
Imaz destacó que los planes previstos suponen una inversión de 442.000 millones de pesetas, incidió en que se trata de 'energía limpia', recordó que el objetivo es incentivar las energías renovables para alcanzar el compromiso de Europa de que supongan el 12% del total de lo producido y abogó por disminuir cada año en un 1% el consumo.
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