El PSE pospone su conferencia a diciembre para favorecer el debate

El Comité Nacional de los socialistas vascos, su máximo órgano entre congresos, mandató ayer a la Ejecutiva del PSE-EE para que inicie un proceso de conversaciones con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y los partidos democráticos presentes en la Cámara vasca para 'avanzar en el proceso de diálogo político y recomposición de la unidad democrática para defender las libertades y combatir el terrorismo'. La resolución fue aprobada por abrumadora mayoría (sólo registró tres votos en contra de casi un centenar de participantes).

Los socialistas creen que el principal problema que padece Euskadi es la 'falta de libertades' que sufre una parte de la sociedad. La iniciativa pretende que no se difuminen las propuestas presentadas por cada partido en el pleno de pacificación del pasado 28 de septiembre y situar esa prioridad en la agenda inmediata del Gobierno vasco y de las fuerzas políticas con el objetivo de combatir a ETA hasta su 'derrota'.

Pero junto al mandato que recibió ayer la Ejecutiva, los participantes en el Comité Nacional debatieron sobre la urgencia de abrir un debate profundo que alumbre el 'proyecto autónomo' del PP y 'progresista y autonomista' que buena parte de los militantes y dirigentes que tomaron la palabra defendieron ayer.

Aunque tras las elecciones del pasado 13 de mayo el PSE había previsto celebrar en noviembre una Conferencia Política para definir su nueva estrategia política, en el Comité Nacional de ayer se decidió posponerla a diciembre y abrir la posibilidad de retrasarla incluso hasta la primera quincena de enero si las agrupaciones piden mayor tiempo para debatir el documento base que ultima estos días el vicesecretario general de la formación, Jesús Eguiguren.

El texto, que cuenta con unas 180 páginas, pretende ser un documento abierto que exponga todas la sensibilidades del partido y que fije las coordenadas en las que se debe mover el PSE-EE ante 'la nueva etapa política'. 'Hay que readecuar y actualizar el proyecto, sin bandazos, pero aprovechando las posibilidades que se le abren al PSE de diálogo y consenso con el nacionalismo sin que por ello pierdan firmeza nuestros planteamientos', dice un miembro de la ejecutiva. El documento será aprobado en breve por ésta y remitido para su discusión a las agrupaciones locales con la idea de celebrar la Conferencia Política antes de Navidad.

Congreso extraordinario

El grueso de las intervenciones de ayer en el Comité Nacional evidenciaron las ganas por cerrar la etapa anterior y profundizar en el proyecto autónomo del PSE, 'sobre todo ante la más que posibilidad de que el PP vaya perdiendo fuerza y se adentre en una crisis con la previsible marcha de Jaime Mayor Oreja'. Hubo también quien fue más allá, como el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, muy crítico con el 'seguidismo de la política del PP'. El regidor socialista volvió a pedir un congreso extraordinario para desatascar la situación interna.

Significativa fue también la intervención del ex secretario general del PSE-EE y miembro de la Ejecutiva alavesa Ramón Jáuregui, quien defendió la reactualización del proyecto socialista en clave vasquista y autonomista. Varias intervenciones criticaron la 'falta de liderazgo' que se percibe en la ejecutiva y en su secretario general, Nicolás Redondo, que muchos consideran 'encastillado y con poco margen de maniobra después de su discurso en campaña'. Hubo incluso un conocido militante que le espetó a Redondo: 'Me gusta mucho más lo que dice Zapatero del País Vasco que lo que dice mi secretario general'.

El presidente del partido, Txiki Benegas, tomó la palabra para reconducir el debate y presentar las diferentes voces que se alzaron ayer como 'complementarias' dentro de ese partido 'plural y abierto' que debe ser el PSE si se pretende forjar una alternativa creible al nacionalismo.