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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Más potencia y prestaciones

Más potente y confortable y con mejores prestaciones en el campo y el asfalto. Mitsubishi acaba de renovar el L 200, uno de los pick-up con más aceptación en España. Ya está a la venta a partir de 3.928.041 pesetas.

El nuevo L 200 presenta algunas modificaciones que afectan a la estética. El frontal es totalmente nuevo y estrena una imagen más agresiva, con parrilla y paragolpes más modernos. Además, se ha retocado el interior con tapicerías más atractivas y detalles de acabado.

Turbodiésel de 115 CV

Pero el cambio más importante está en el motor, que incluye ahora un turbo de geometría variable y ofrece 115 CV, 15 más que el modelo anterior. Este aumento permite ofrecer unas mejores prestaciones, sobre todo en velocidad punta, que pasa de 142 a 152 km/h. Y amplía su polivalencia porque afronta los viajes por carretera con más desahogo.

El L 200 mantiene su completo sistema de tracción 4×4. Normalmente funciona con propulsión trasera, pero permite pasar a 4×4 siempre que se circule por debajo de 100 km/h. Entre sus recursos para superar obstáculos complicados en el campo, cuenta con bloqueo del diferencial trasero y reductora.

El pick-up de Mitsubishi mide cinco metros y cuenta con una cabina doble para cuatro adultos que se prolonga por detrás con una caja descubierta de 1,5 metros de largo y 1,47 de ancho.

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Dos acabados

La gama cuenta con dos versiones: GLS y GLS Plus. La primera, desde 3.928.041 pesetas, incluye de serie doble airbag, climatizador, llantas de aleación, elevalunas eléctricos, cierre centralizado y tracción 4×4 con reductora. El GLS Plus (4.192.594 pesetas) añade ABS, bloqueo del diferencial trasero, volante y cambio en piel y cierre con mando a distancia. La pintura de la carrocería en dos tonos se ofrece como opción por 60.065 pesetas.

Las ventas de pick-up siguen aumentando en España, aunque todavía están lejos de las cifras de Estados Unidos (tres millones al año), donde dominan el mercado. Pero han pasado de 663 unidades en 1993 a 14.000 el año pasado. La clave del éxito está en su versatilidad, porque, además de cumplir en el campo como vehículo de trabajo, sirve también para el ocio. Y se adapta muy bien a los nuevos estilos de vida: su capacidad de carga permite transportar cualquier material deportivo para realizar actividades al aire libre.

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