Degustar y comprar
LO QUE empezó siendo un asador de corte castellano se ha ido convirtiendo en un complejo culinario y cultural repleto de rincones interesantes. Durante los últimos años ha sido encomiable la labor desarrollada por Javier Giráldez y su esposa, Montserrat Velasco, que han convertido esta antigua hacienda agrícola del siglo XVII en una referencia inevitable. El primitivo asador es hoy un buen restaurante de perfil mediterráneo, en el que se sigue dando un punto correcto a los asados de cordero y cochinillo, a pesar de que los fines de semana se ve atiborrado de una muchedumbre de comensales.
A su alrededor trabajan una galería de arte -El Convento-, un establecimiento repleto de muebles, cerámica y objetos exóticos y un pequeño colmado -La Tienda- lleno de delicadezas gastronómicas. Lugar muy bien gestionado donde se pueden adquirir panes artesanos, bollos de convento, conservas de calidad, vinos de marca, cafés escogidos y, en particular, aceites de oliva vírgenes extra de distintas zonas productoras españolas. Más de treinta referencias, entre las que figuran las mejores marcas del mercado, se ofrecen a los visitantes, que pueden realizar catas gratuitas mojando trocitos de pan antes de decidirse por la muestra apetecida.