Una vecina de la acusada en el caso Natzaret niega la prueba de cargo
M. P. L., vecina de los dos acusados por la muerte de un camionero en Natzaret, aseguró ayer que nunca vio a la acusada, Soledad, con el delantal en el que aparecen restos de sangre del conductor y que es una prueba de cargo contra la mujer. Esa vecina y otra mujer que también vivía en un chalé próximo afirmaron que el pequeño de 22 meses hijo del matrimonio acusado a quien el camionero atropelló minutos antes de morir nunca estaba solo en la calle. 'Ni ése ni ninguno de los otros hijos ha estado sin nadie cuando eran muy pequeños', expuso una de las testigos. Según su versión de los hechos, vio un cuerpo tendido en la calle y a Soledad venir con el niño en brazos acompañada de varias personas cuya identidad no precisó.
En la sesión de ayer también prestaron declaración dos personas de las dos compañías de almacenamiento de contenedores instaladas en la zona de Natzaret donde ocurrieron los hechos el 4 de diciembre de 1988. El propietario de la empresa en la trabajaba el conductor fallecido dijo que en un determinado momento de aquella tarde de viernes varios de sus empleados entraron en las dependencias muy afectados diciendo que estaban pegando a un compañero. El propietario se asomó y vio, declaró, a un grupo de unas 30 personas, al menos 10 de ellas muy exaltadas, y al observar la situación le dijo a su hijo que cerrara el local y se marcharon. 'No quise esperar ni cinco minutos. Esas cosas son muy desagradables', agregó.
La vista oral en juicio por jurado que se celebra en el Palacio de Justicia de Valencia proseguirá el próximo lunes, sesión en la que declararán otros testigos de lo ocurrido. Ante el jurado aportarán testimonio más de 70 personas a lo largo del juicio.
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