El MNAC confía en tener más dinero para sus actividades con un contrato programa 2002-2005
El centro estrena nuevo patronato con la entrada de representantes del ministerio y de los privados
Las cosas de palacio van despacio, dice el dicho popular. Si el palacio es el Palau Nacional de Montjuïc, sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el refrán le va como anillo al dedo. Después de cinco años de negociaciones, en junio del año pasado se aprobaron los nuevos estatutos del centro, y la pasada semana, tres meses después, se constituyó el nuevo patronato con la incorporación de tres representantes del Ministerio de Educación y Cultura y dos de los patrocinadores privados. El nuevo objetivo ahora es conseguir que se apruebe un contrato programa 2002-2005 que asegure una dotación suficiente al centro para aumentar sus actividades y exposiciones y mejorar su funcionamiento interno.
El contrato programa del MNAC se firmará, antes de final de año, a cuatro bandas entre el Ayuntamiento de Barcelona, dos departamentos de la Generalitat de Cataluña (Cultura y Economía y finanzas) y el propio museo. El contrato programa, en el que el centro se compromete a una serie de objetivos estratégicos a cambio de unas aportaciones anuales, asegurará al museo por primera vez la seguridad de que podrá llevar adelante las actividades y exposiciones previstas, muy limitadas en los últimos tiempos debido a los recortes presupuestarios y a la imposibilidad de organizar grandes exhibiciones con la suficiente previsión. El director del museo, Eduard Carbonell, está ultimando el plan de actividades y funcionamiento, que entre otras exposiciones incluye, por ejemplo, una gran antológica dedicada a Fortuny que se celebraría a finales de 2004.
Para poder organizar exposiciones de esta envergadura, con obras cuyo traslado es muy costoso y que pertenecen a diferentes museos o coleccionistas que exigen una reserva con mucha antelación, el museo debe tener asegurado el presupuesto a años vista. El contrato programa, en este sentido, será un elemento clave para que el centro pueda desplegarse por fin como la cabecera de los museos catalanes.
Los nuevos estatutos, publicados en el Diario Oficial de la Generalitat el pasado 7 de julio, prevén que el museo pase a ser ahora un centro público que se rige por el derecho privado, por lo que las tareas de gestión y contratación se agilizarán. Pese a que se deja la posibilidad de que los funcionarios sigan realizando sus actuales funciones, todas las plazas se consideran laborales, por lo que no se crearán nuevas plazas de funcionarios ni se cubrirán las vacantes en el futuro.
Diferente aportación
Otra innovación de los estatutos es la diferente proporción en la aportación de las instituciones al presupuesto ordinario del centro, que ha pasado de ser del 30% para el Ayuntamiento de Barcelona y el 70% para la Generalitat. Es una proporción que se mantendrá en el contrato programa y a la que hay que sumar la aportación de los patrocinadores privados, proporcionalmente muy reducida, y los ingresos propios del centro, que el pasado año fue del 35% del total. En 2001, el MNAC ha contado con un presupuesto para funcionamiento y actividades de 1.766 millones de pesetas, una cantidad que los responsables del centro desearían ver aumentada en los próximos ejercicios.
Las obras de la última fase de reforma del museo -que permitirán colocar las colecciones del Renacimiento, el Barroco y los siglos XIX y XX- siguen su curso y se espera que estén acabadas a finales de 2003 o, según las previsiones más realistas, durante el primer trimestre de 2004. La arquitecta italiana Gae Aulenti y el catalán Josep Benedito presentarán el proyecto arquitectónico definitivo en la próxima reunión del patronato y en otro momento se dará a conocer la disposición museográfica de las obras. Carbonell aseguró ayer que se ha reunido ya con especialistas de arte del Renacimiento y el Barroco para conocer su opinión sobre la presentación de obras de estos periodos y en breve realizará las mismas reuniones con especialistas en arte de los siglos XIX y XX, un apartado que se verá reforzado con las adquisiciones que el museo confía en poder realizar para poder completar su discurso museológico.
Nuevo patronato
El nuevo patronato que regirá el museo se reunió el pasado 27 de septiembre. Ha aumentado el perfil político de sus componentes -aunque en un futuro se prevé crear una comisión asesora de carácter científico para que los especialistas puedan tener algún tipo de voz en el museo- y lo más destacado ha sido la incorporación de los tres representantes del Ministerio de Educación y Cultura -que técnicamente son nombrados por la Generalitat- y la de dos empresarios que representan a las 10 empresas patrocinadoras del museo. Los representantes ministeriales son Luis Alberto de Cuenca, actual secretario de Estado de Cultura; Joaquín Puig de la Bellacasa, director general de Bellas Artes, y Francesc Vendrell, diputado del Partido Popular en el Parlament de Catalunya. Como representantes de los privados se han incorporado Antoni Brufau, presidente de Gas Natural y director general de La Caixa, y Josep Cercós, presidente de Winterthur y vicepresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.
Como representantes del Ayuntamiento se mantienen Ferran Mascarell, concejal de Cultura; Jordi Martí, director del Institut de Cultura, Josep Antoni Acebillo, gerente de Urbanismo; Pere Alcober, concejal del distrito Sants-Montjuïc, y Lluís Domènech, arquitecto. Como representantes de la Generalitat siguen siendo miembros Marc Mayer, director general de Patrimoni; Aurora Sanz, secretaria general técnica del Departamento de Cultura, y
Josep Serra Solans, arquitecto responsable de la obra del MNAC. Se han incorporado como nuevos patronos Joaquim Ferrer, ex consejero de Cultura y actual diputado de CiU; Pere Grau, ex presidente de Catalana de Gas, y Miquel Molist, director del Museo Nacional de Arqueología. Josep Guitart y Joan Majó se mantienen como presidente y vicepresidente, respectivamente, del patronato.
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