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Futuro

Los isótopos radiactivos, testigos de la historia

El estudio geológico de las primeras eras de la Tierra representa para los científicos una tarea difícil ya que los continentes primitivos desaparecieron hace mucho tiempo bajo el efecto de la tectónica de las placas, la erosión y los intensos bombardeos de meteoritos sufridos por nuestro planeta durante sus primeros 700 millones de años de existencia.

Al no haber rocas primitivas continentales, recicladas muy rápidamente por la convección de la corteza, los investigadores utilizan el mensaje dejado por los isótopos radiactivos presentes en los meteoritos y en las rocas terrestres, así como los gases raros existentes en nuestra atmósfera. Al conocer su ritmo de desintegración, logran datar los meteoritos y las rocas descubiertas en la Tierra. Así, la cosmocronología y la geocronología han permitido reconstituir los acontecimientos relativos a la creación del sistema solar y a las primeras eras de la historia terrestre.

Los isótopos de larga vida utilizados son, fundamentalmente, el rubidio 87, el potasio 40, el samario 147, el torio 232 (que se transforma en plomo 208) y el uranio 238 y 235 que se convierte en plomo 206 y 207, respectivamente. Por ejemplo, el uranio 238 se desintegra lentamente en plomo 206 al cabo de 4.460 millones de años.

Cronología

'Hemos podido fechar la formación del sistema solar en 4.560 millones de años y, al mismo tiempo, deducir que la Tierra se aglomeró entonces', explica Urs Scharer, profesor de geoquímica y geocronología de la universidad París VII. Nuestro planeta conoció una desgasificación y una diferenciación muy precoces en un núcleo de hierro, una protocorteza y una atmósfera primitiva hoy desaparecida. 'Este proceso fue muy violento y muy rápido y tuvo lugar a lo largo de unos 60 a 80 millones de años, dependiendo de los modelos, lo que es un tiempo muy corto a escala geológica. La Tierra utilizaba entonces la importante energía proporcionada por la gravitación y los bombardeos de meteoritos. Luego, los procesos fueron más largos', añade Scharer.

'La atmósfera probablemente se estabilizó hace unos 4.300 millones de años', señala por su parte Bernard Marty, profesor de Geoquímica de la escuela Nacional Superior de Geología de Nancy. Esto permitió el desarrollo del agua líquida en la superficie terrestre, necesaria para la creación de la corteza continental. 'Porque para crear la corteza continental hace falta agua', añade el especialista. Y si hay agua, puede haber vida. Lo que lleva a algunos investigadores a afirmar que existió vida en la Tierra mucho antes de los 3.800 millones de años.

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