Portugal reduce drásticamente la tasa de alcoholemia

El Gobierno socialista portugués ha declarado la guerra al alcohol y la velocidad en la carretera, en un drástico intento por reducir el alto número de muertos y heridos en accidentes de tráfico. El nuevo código de la circulación que entra en vigor hoy reduce la tasa máxima de alcohol en la sangre de 0,5 a 0,2 gramos por litro, una medida que sólo aplican Suecia y Noruega dentro de la Unión Europea.

Asimismo, las autoridades han aumentado severamente las multas por superar la velocidad máxima permitida y por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.

Los conductores podrían ser sancionados con hasta un año de cárcel y la pérdida del carné de conducir, de tres meses a tres años, si superan la tasa de 0,2 gramos por litro de sangre.

A pesar de la oposición de las asociaciones de automovilistas y de los fabricantes de bebidas, el secretario de Estado del Ministerio del Interior, Rui Pereira, explicó ayer que la medida es compatible con los hábitos alimentarios de los portugueses y subrayó que los estudios internacionales demuestran que la posibilidad de accidentes se duplica cuando se conduce con tasas de alcohol de entre 0,2 y 0,5 gramos por litro. El nuevo reglamento obligará también a los conductores a pagar las multas atrasadas en el momento de la infracción, durante las inspecciones periódicas de los vehículos o al renovar el carné de conducir.

Accidentalidad

Portugal registra el índice de accidentes de tráfico más alto de Europa, seguido por Grecia y España, aunque las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos años han permitido reducir ligeramente el número de muertos en las carreteras.

En 1995 fallecían alredededor de 2.000 personas en el acto, cifra que se ha reducido a 1.600 durante el año pasado, según Pereira.