Viaje por la conciencia humana

'La primera función de la conciencia humana es permitir a cada persona entender lo que siente al ser un ser humano'. Bajo esta premisa, Nicholas Humphrey hace un análisis sobre la conciencia humana, su función, su evolución y su relación con la vida y el desarrollo del individuo. Una inmersión ancestral en el Yo, cuyo primer paso fue permitir un mundo socializado. Humphrey empieza La mirada interior con la importancia que algunos artistas dieron a la conciencia y a las respuestas a preguntas fundamentales viajando, por ejemplo, a regiones donde aún se podrían encontrar a personas cercanas a lo que se ha dado en llamar el 'Buen salvaje'. Ningún artista, según el autor, intenta simplemente copiar la naturaleza, es así que pintores como Gauguin, y muchos otros, no representan las cosas como son, sino como serían si se pudiera ver lo que yace dentro de ellas. Entonces la creación artística humana se convierte en el mejor ejemplo de lo que podría ser la conciencia y su búsqueda, porque 'las obras no reproducen el mundo si no que buscan explicarlo'. La conciencia es un proceso en el que participa la experiencia, la lógica y el sentido común. Como complemento, el libro presenta los dibujos de Mel Calman que hace una lectura paralela sobre el tema, cuyas escenas dan una idea más popular sobre la conciencia; como cuando un gato le dice al personaje principal que desearía ser consciente y éste le responde: 'Yo soy consciente pero no siempre me gusta serlo'.