Mojinos Escozíos celebra en directo las 80.000 copias de su último disco
Desvergonzados, políticamente incorrectísimos, con aspecto grimoso y cultivadores del humor grueso en clave de rock como expresión musical, el quinteto Mojinos Escozíos celebró anoche en directo, en una sala madrileña, en un concierto para fans e invitados, la venta de 80.000 copias de su cuarto disco, Las margaritas son flores del campo, de las que 50.000 se vendieron el mismo día que el álbum salía a la calle. Miguel Ángel Rodríguez, El Sevilla, voz, armónica, flauta travesera y trompeta; Carlos Barja, Zippy, bajo; Vidal Barja, El Puto, batería; Vidal Barja Jr., Vidalito, guitarras, y Juan Ramón Artero, Chicho, guitarras, forman este grupo que surgió a mediados de la década pasada en Barcelona y que lleva camino de batir récords apelando al humor más primario vestido con ropajes de rock de barrio.
Su primer concierto fue el 1 de diciembre de 1994 en un pub de Parets del Vallés, en la provincia de Barcelona, pero no llegaron a terminar el concierto debido a que la Guardia Civil les obligó a detener la actuación por una denuncia de los vecinos. Desde entonces hasta la fecha han ofrecido más de quinientos conciertos a lo largo de la geografía española, así como en algunos de los principales festivales nacionales: el Dr. Music de los Pirineos y el Barbarian Rock, en el que compartían escenario con bandas pesadas del calibre de Napalm Death o Manowar.
Habituales del programa de televisión Crónicas marcianas, la cifra global de ventas de sus discos supera los 600.000 elepés y su salto al público masivo parece un hecho, y muy curioso, si se tiene en cuenta el gusto por lo escatológico y el sentido del humor a lo Benny Hill, como revela el vídeo del primer sencillo extraído del disco, ¡Qué güeno que estoy!