La Diputación de Jaén ha perdido una decena de pleitos contra los dirigentes del sindicato ASI en el último año
La Diputación de Jaén ha perdido en el último año hasta una decena de pleitos contra los máximos responsables de la Asociación Sindical Independiente (ASI), que han conseguido que los jueces llamen la atención del presidente de la Corporación, el socialista Felipe López, por su 'comportamiento antisindical' y que la Fiscalía investigue 'eventuales conductas delictivas' por la reiterada violación del derecho de libertad sindical. El sindicato se enfrenta ahora a una nueva demanda civil en la que el ex gerente del área de Personal, Francisco Navarro -ahora integrado en los servicios jurídicos- pide dos millones de pesetas para la protección de su imagen y honor.
El artículo publicado en diciembre de 1999 por una revista del sindicato cuestionando la subida del sueldo del gerente de Personal -al que se asignó una retribución de 6.358.500 pesetas anuales, sin precisar en el escrito la cuantía del incremento- fue el desencadenante de lo que los máximos dirigentes de ASI califican como 'persecución sindical' por parte del equipo de gobierno socialista de la Diputación jiennense. Sin embargo, el vicepresidente del sindicato, Víctor Manuel Aspás, cree que sólo fue el pretexto para actuar contra un sindicato 'que resultaba incómodo' al PSOE y que en marzo del año pasado, apenas unos meses después de su fundación, se convirtió en la segunda fuerza sindical de la Corporación. UGT obtuvo 30 delegados, 10 ASI, 8 CC OO y 4 CSIF.
El exitoso resultado electoral de este sindicato tuvo mucho que ver con su estrategia de movilización en los meses previos para lograr la mejora del nuevo convenio colectivo. La equiparación salarial con el resto de Diputaciones andaluzas, el catálogo de puestos de trabajo y la estabilidad de la plantilla fueron los argumentos de aquéllas protestas, que alcanzaron su máxima tensión al reventar decenas de trabajadores el pleno del 31 de enero de 2000. El convenio, que se encuentra actualmente recurrido por la Subdelegación del Gobierno por incumplir varios preceptos legales, se aprobó en noviembre sin contemplar las aspiraciones de ASI apoyadas por CC OO y CSIF. Sólo recibió el apoyo del PSOE y el único respaldo sindical de UGT. ASI dijo entonces que era un convenio 'claramente antisindical' al 'primar al sindicato bueno y obediente que firma'.
El presidente de ASI, Juan Muñoz, psicólogo de profesión, fue destituido en 1996, tras la llegada de Felipe López a la presidencia, de su puesto de jefe del área técnica de Bienestar Social. Ahora, acaba de reincorporarse tras varios meses de baja por depresión al ser trasladado hasta un despacho sin teléfono, sin ordenador y, lo que es peor, sin ningún cometido. Juan Muñoz fue nombrado por el anterior gobierno socialista. El portavoz de IU, Manuel Pegalajar, achaca el conflicto a la 'represión sindical y el intento de amordazar y descabezar a una organización con un determinado nivel de apoyo de los trabajadores'.
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