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Reportaje:

Un 'gamberrillo' genial sobre la moto

El piloto ilicitano Ángel Rodríguez, de 16 años, es considerado un superdotado por los expertos y tiene fama de travieso

'Es un piloto con un don increíble. Con muy poca experiencia y sin conocer los circuitos está haciendo grandes cosas y sorprendiendo a todos. Tiene mucha calidad, pero no hay que precipitarse e ir paso a paso. Ha de trabajar técnicamente y tener una moto mejor. La que tiene no es competitiva'. El que habla es Jorge Martínez Aspar, cuatro veces campeón del mundo de motociclismo y ahora director de un equipo de jóvenes corredores (Team Aspar). El piloto con un don increíble es uno de sus pupilos, el valenciano Ángel Rodríguez, de Elche, quien este año corre con sólo 16 años el campeonato del mundo de 125cc. No lo hace con la timidez que aparenta durante la entrevista (a la que no acudió la primera vez que se le citó), sino con descaro y cierta presunción. 'Si el año que viene tengo una moto mejor, iré a por el título. Con una buena, ahora estaría delante seguro. Incluso podría ser campeón este año. Tengo capacidades para ello y estoy convencido de que algún día puedo conseguirlo. Confío mucho en mí mismo, me noto bien, no voy apurado. Me falta moto, pero todo llega', dice Rodri, como le conocen sus compañeros. Este fin de semana acabó 15º en el Gran Premio de Cheste. 'No tengo moto para estar ahí arriba', dice.

Ángel Rodríguez es el segundo piloto más joven que corre el campeonato del mundo, detrás de Daniel Pedrosa, compañero de Toni Elías y tercer clasificado en 125cc el pasado domingo. A los 6 años Ángel se subió por primera vez a un moto, inducido por su padre, que corrió el campeonato de España de 250cc. A los 10 se proclamó campeón nacional de Minimotos y a los 13 sufrió un accidente que le dejó una cicatriz junto a la rodilla izquierda y dos huesos rotos en la muñeca: durante una carrera territorial en Cartagena saltó de la moto al quedarse sin frenos en una bajada.

No le dio miedo a este chaval con 'fama de gamberrillo', según reconoce, que se pasea hablando por el móvil, con un aro dorado en la oreja, cadenas en el cuello y modernas zapatillas de deporte. 'La fama me la he creado yo, pero no me preocupa. Cada uno es como es. Con 16 años, ¿qué quieres?', dice con una sonrisa burlona. 'Es un buen chaval. A otros les han cogido por el dinero o porque eran valencianos. A él no, él viene desde abajo y es muy bueno, un crack. Es un poco chulo, lo normal en toda esta gente de las motos', dice un empleado del circuito. Y es que Ángel, admirador de Max Biaggi y Valentino Rossi, disfruta haciendo rabiar a sus compañeros de equipo. 'Soy un poco travieso. Me gustan mucho las tías y hacer cosas malas, putadillas. Los demás se lo toman bien, ya están acostumbrados. Por ejemplo, están trabajando, les mojo a todos con la manguera y luego vienen todos a por mí. Cosas de ésas', comenta. 'Muchas veces he discutido con gente del equipo, por tonterías. A veces dicen cosas que no me gustan', añade.

Una anécdota le retrata en sus dos caras, la de gran piloto y la de tipo provocador. Hace dos semanas, durante unos entrenamientos en Albacete, batió el récord de España (34,3 segundos) superando incluso a Toni Elías. Después de eso se bajó de la moto sin acabar la tanda, confiando que nadie batiría su marca. 'Me quité el mono, me duché y vi lo que quedaba de la carrera', dice Ángel, al que algunos expertos consideran un superdotado por su calidad innata para pilotar y sacar el máximo rendimiento de la máquina.

La moto es lo suyo, casi un apéndice de su cuerpo. Por eso se decidió por la velocidad de las dos ruedas en lugar del balón -jugaba de delantero en el Elche y se confiesa madridista-. 'Me gusta mucho pilotar, que la moto no me pilote a mí, arriesgar bastante y dar todo lo que sé, si la moto lo permite'. Cuando no corre, monta en bici, hace footing o va al gimnasio. Le gusta la 'música pop y algo de gitaneo' y estudia inglés en una academia, tras dejar el colegio en cuarto de ESO. Le encantan las películas de acción y salir con los amigos a discotecas, y deja los libros para los demás: 'Tengo que estar muy muy aburrido para leer. Prefiero irme por ahí a dar vueltas'. Empieza ya a firmar autógrafos y a hacerse fotos con los aficionados. No precisamente con Toni Elías. 'Me llevo bien, pero no me hablo mucho con él. Nos vemos, nos saludamos, pero no me paro a hablar. Los amigos, fuera. Tengo más relación con mi gente de Elche', dice.

'Es muy suyo, muy independiente, pero estamos ocho meses juntos y no me parece un mal tío. Sólo que le gusta gastar bromillas', dice Aspar.

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Ángel Rodríguez, el pasado viernes en el Circuito de Cheste.
Ángel Rodríguez, el pasado viernes en el Circuito de Cheste.JOSÉ JORDÁN

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