Mostovoi vuelve a reinar
El Celta derrota al Mallorca con un fútbol discontinuo pero brillante
Los resultados se mantienen fieles para un Celta en proceso de formación. Agarrado a una consistencia defensiva sin discusión, el equipo de Víctor Fernández comienza a dar muestras de lo que de él se espera, aunque de momento de forma discontinua. Mientras, los rivales van cayendo sin oler su portería. Pasó ayer el Mallorca por Balaídos y se fue de vacío. Los de Vigo llevan ocho goles a favor y ninguno en contra en cuatro partidos y contemplan la Liga desde lo más alto de la clasificación.
Hay muchos nuevos futbolistas en el Celta, algunos de expediente intachable, pero los momentos sublimes siempre llegan de la mano del mismo. A sus 33 años, Mostovoi parece dispuesto a ser un curso más el jugador determinante, el que convierte un equipo bueno en deslumbrante, con su lucidez para lanzar al ataque a sus compañeros y poner la pelota siempre a salvo. A su lado, Boban pareció un modesto que busca sitio en el equipo titular.
CELTA 2| MALLORCA 0
Celta: Cavallero; Velasco, Cáceres, Berizzo, Juanfran; Luccin, Karpin; Jesuli (Gustavo López, m. 60), Mostovoi, Edu (Boban, m. 69); y Catanha (Benni McCarthy, m. 86). Mallorca: Leo Franco (Miki, m. 46); Olaizola, Fernando Niño, Nadal, Miquel Soler; Paco Soler, Marcos, Campano (Biaggini, m. 46), Paunovic (Carlos, m. 64), Christian Díaz; y Eto'o. Goles: 1-0. M. 40. Edu cabecea un centro de Mostovoi. 2-0. M. 83. Catanha aprovecha el rechace de un balón enviado al larguero por Mostovoi. Árbitro: López Nieto. Mostró la tarjeta amarilla a Paco Soler, Marcos y Mostovoi. Unos 18.000 espectadores en Balaídos.
Pues con Mostovoi inspirado, con la defensa bien armada y con los irregulares impulsos de futbolistas como Jesuli o Edu, el Celta hizo del partido un ejercicio de autoridad. Es cierto que el Mallorca pareció encontrar por momentos el hilo del encuentro, pero fueron espejismos en medio del lúcido e intermitente fútbol celeste. Con centrales como los del Celta o con centrocampistas como Luccin es difícil encontrar caminos por el centro, como lo intentó el Mallorca, que no supo explotar la más modesta aportación de los laterales gallegos.
Más irregular fue el Celta en el primer tiempo que en el segundo, cuando el gol que anotó Edu en el minuto 40 acabó de inclinar la balanza a su favor. Dominó, pasó apuros y volvió a mandar, y en esta última fase estaba cuando Mostovoi teledirigió la pelota desde el lateral del área a la cabeza del brasileño, que anotó sin esfuerzo.
La segunda mitad sirvió para certificar las dificultades que entraña abrir un hueco en la defensa celeste y para asumir que Boban es un proyecto a medio plazo. Sin demasiados apuros, Catanha se puso al nivel del intermitente Celta: primero erró un gol cantado para en la siguiente jugada poner el partido a salvo. Ocurrió al aprovechar un tiro de Mostovoi escupido por el larguero.
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