La tarantela de Endesa

Endesa espera cerrar en noviembre su aventura italiana con el traspaso de Nueva Viesgo a Enel. El jueves se hizo cargo a su vez de Elettrogen, una filial de Enel que adquirió en julio. La adjudicación de Viesgo ha levantado algunas suspicacias por la coincidencia de protagonistas en las dos operaciones y por recaer en un grupo extranjero con participación de capital público. Endesa reitera la limpieza de ambas subastas y rechaza cualquier limitación a los derechos del comprador por la apertura y reciprocidad del mercado eléctrico italiano.

El PSOE ha preguntado al Gobierno si va a limitar los derechos políticos de Enel en Viesgo por la presencia del Estado italiano en su capital

Endesa, tras su frustrado intento de fusión con Iberdrola, no ha perdido el tiempo. A principios de marzo, un mes después de renunciar a la fusión, presentó el Plan Estratégico 2001-2005, que contempla desinversiones por 5.000 millones de euros (832.000 millones de pesetas), destinadas a financiar su expansión, principalmente en Europa y América Latina.

Un mes después se hizo con el 30% de la generadora francesa SNET (hay un acuerdo cerrado para hacerse con un 50% adicional en cuanto lo permita la legislación francesa), que cuenta con 2.603 megavatios de potencia instalada. Tres meses después, en asociación con el BSCH y la distribuidora de electricidad de Brescia (norte de Italia), ganó una subasta convocada por Enel y se hizo con su filial Elettrogen por 2.630 millones de euros (437.560 millones de pesetas) y asumiendo adicionalmente una deuda financiera por valor de 1.060 millones de euros (176.362 millones de pesetas). Elettrogen es una de las tres compañías creadas por Enel para agrupar los activos de generación que debe desinvertir de acuerdo con las medidas aprobadas por el Gobierno italiano en 1999 y la primera que ha sido puesta en venta. La adquisición de Elettrogen permite a Endesa -el jueves ha hecho efectivo el pago, tras la pertinente autorización de la compra por la Comisión Europea- controlar la segunda generadora eléctrica de Italia, con 5.438 megavatios de potencia instalada. De su gestión se ha hecho cargo, como consejero director general, el subdirector general para Europa de Endesa, Jesús Olmos.

La española, con esta adquisición, cumple prácticamente su programa de expansión en la actividad de generación en Europa contenido en su Plan Estratégico. El objetivo marcado era obtener unos 8.000 megavatios de potencia instalada, cifra que prácticamente alcanza con Elettrogen y SNET.

Hace poco más de una semana, Endesa cerró otra operación: la subasta de parte de sus activos de generación (2.365 megavatios) y distribución (500.703 clientes), que, agrupados en una compañía denominada Nueva Viesgo, sitúan a ésta como la quinta eléctrica española. Se adjudicó a la italiana Enel por 2.147 millones de euros (357.231 millones de pesetas), de los que 277 millones de euros corresponden a deuda. Con esta venta, y la previa de sus participaciones en la distribuidora de electricidad argentina, Endesa, según explica Luis Rivera Novo, director general de planificación y medios, ha alcanzado ya el 60% del importe de las desinversiones previstas en el Plan Estratégico y la totalidad de las plusvalías (850 millones corresponden a Viesgo), y ha permitido además reducir su endeudamiento -el apalancamiento financiero respecto a los fondos propios se reduce en un 16,2%-. La venta de activos, agrega Rivera, supone también una mejora para el mix de generación en España, al incrementar del 35% al 39% la participación de las centrales hidráulicas y nucleares sobre el total. Endesa espera además que la venta de un 10% de sus activos de generación le permita salvar la limitación que el Gobierno le impuso a la incorporación de nueva potencia.

Asturias, PSOE y Cantábrico

La venta de Viesgo, sin embargo, necesita todavía el visto bueno de las autoridades europeas (deben estudiar si la operación se ha producido en condiciones de mercado o, por el contrario, había un acuerdo de intercambio de activos) y de las españolas.

La adjudicación de Viesgo a Enel (el Estado italiano tiene el 65% de Enel) no ha sentado bien en Asturias, donde persiste la larga crisis de Hidrocantábrico, eléctrica que además ha pujado hasta el último momento por hacerse con esos activos. Esta misma semana, el diputado socialista asturiano Celestino Suárez ha formulado en el Congreso una pregunta al Gobierno en la que se le indica al Ejecutivo que tendrá que suspender los derechos políticos de Enel en Viesgo al 3% en virtud de la Ley de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social. El diputado recuerda en su iniciativa que en la actualidad existen dos expedientes, en virtud de la citada ley, abiertos a Ferroatlántica y a Adygesinval por su adquisición de acciones de Hidrocantábrico.

Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, ha negado tajantemente que haya existido ningún pacto previo entre su compañía y Enel, por lo que espera la pronta luz verde de Bruselas a la operación. Rivera tampoco ve grandes dificultades a la aprobación por el Gobierno español de la transacción, pese a las presiones políticas, por varias razones. El Ejecutivo, como titular de una denominada 'acción de oro' (posibilidad de veto) en Endesa, ha autorizado la constitución de la Nueva Viesgo y ha dado su visto bueno a los activos que se han atribuido a la misma; el proceso que se ha seguido en las subastas ha sido totalmente limpio y transparente, y existe una reciprocidad en la apertura de los mercados eléctricos español e italiano -que no se da en los casos de Francia y Portugal, que afectan a los accionistas de Hidrocantábrico-. La posibilidad legal del Gobierno de vetar los derechos políticos de un comprador de determinadas empresas españolas de sectores estratégicos, agregan en Endesa, se introdujo para evitar la entrada de compañías públicas de Estados que impiden en sus propios mercados y empresas el acceso de las nuestras.