_
_
_
_
Entrevista:ÁLVARO BONET | MÉDICO DE FAMILIA | Convers@ciones en la red

'El esfuerzo de los profesionales maquilla un deterioro evidente de la sanidad pública'

P. ¿Tiene constancia de un descenso en las inversiones? - R. La disminución no se ve en los presupuestos, pero sí en las partidas finalmente ejecutadas

Alvaro Bonet (Valencia 1957) es el presidente de la Asociación Ciudadana para la Defensa de la Salud del País Valencià (ACDESA). Doctor en medicina y psiquiatra abandonó esta especialidad por la medicina de familia, que ejerce en el centro de salud Salvador Pau de Valencia.

Pregunta. Primero fueron los contagios de hepatitis C en los quirófanos, luego, los brotes incontrolados de legionela y este verano las muertes en los tratamientos de hemodiálisis. ¿Puede hablarse de alarma en la sanidad valenciana?

Respuesta. Sí, la sanidad valenciana está llena de episodios que crean preocupación en los ciudadanos.

P. ¿Por qué están fallando los controles?

R. La salud pública, que es uno de los dos pilares fundamentales de los departamentos sanitarios, no ha sido precisamente lo más potenciado por la Consejería de Sanidad. En algunos casos se puede hablar de abandono de los servicios y en otros de falta de dirección.

P. ¿El llamado 'plan de choque' y el desvío de enfermos a la sanidad privada tiene algo que ver con la sensación de inseguridad que viven los pacientes?

R. Toda agilización de las listas de espera quirúrgicas siempre es bien recibida por los ciudadanos. El 'plan de choque' tiene un aspecto claramente positivo, el mayor presupuesto asignado, y otro claramente negativo, la ausencia de rigor en la acreditación de centros, como se ha visto con los incidentes de Alcoy, Benidorm y Valencia.

P. El PP propone crear un instituto de acreditación y evaluación de las prácticas sanitarias, ¿qué ventajas tendría sobre la actual Dirección General de Evaluación de la Calidad?

R. En principio, ninguna. Sobre todo si las competencias de la actual dirección general fueran plenamente desarrolladas. Por el contrario, la creación de este instituto conlleva una sombra de duda sobre posibles beneficios de entidades privadas.

P. ¿El deterioro en la asistencia es la antesala de la privatización?

R. Lo mejor para que los ciudadanos acepten la privatización es que no estén contentos con lo público y el deterioro de la sanidad pública es evidente si empleamos criterios de calidad técnicos, los profesionales sabemos que se trabaja mal y cada vez peor, sin embargo los ciudadanos no lo perciben siempre porque la dedicación de muchos profesionales y el mantenimiento de los elementos de hostelería de la asistencia maquillan la realidad.

P. ¿Tiene constancia de que haya un descenso en las inversiones?

R. El descenso en las inversiones no se ve en los presupuestos, pero sí en las partidas finalmente ejecutadas. En atención primaria el año pasado y este año se han desviado partidas destinadas a la construcción de centros de salud y a programas de asistencia, a la vez que la dotación de conciertos con la privada aumenta desorbitadamente.

P. ¿Pero en qué perjudica al paciente y al sistema público que la gestión sea privada?

R. El paciente lo que quiere es atención rápida, no le preocupa quien se la dé. El Estado debe velar porque el ciudadano reciba ese tipo de asistencia, pero también porque al hacerlo ahora no se debilite su capacidad para garantizarla más adelante. La iniciativa privada obtiene un plus de beneficio que se detrae de lo que es de todos y de este modo, el Estado pierde fuerza ante el mercado que está más interesado en el beneficio económico que en la salud. El Reino Unido es un ejemplo de cómo puede perjudicar a medio plazo dar mucho espacio a lo privado a costa de lo público. Hoy la sanidad inglesa es mucho peor que hace treinta años aunque algunas empresas privadas hayan ganado mucho dinero y sean más fuertes.

P. ¿A qué se debe el desvío de enfermos de otras comarcas al hospital de Alzira? ¿Tan saturadas están las maternidades de la ciudad de Valencia para que remitan parturientas al hospital de Alzira?

R. Alzira es sobre todo una organización que tiene una buena gestión de los recursos humanos pero no es una empresa que dé dinero tal y como está en la actualidad y Adeslas no participa en esa empresa por altruismo. Ante esa situación o la Generalitat paga más por cada habitante de la Ribera (ya se habló de ello) o les remiten más pacientes de otras áreas, pagando por proceso atendido, que es lo que ahora se está poniendo en práctica. Por cierto, las maternidades en la ciudad están más bien sobradas de camas.

P. La Generalitat prohibió hace un año construir un hospital en Benidorm porque a pesar de lo que afirmaban sus propios técnicos 'sobraban camas' y ahora autoriza la ampliación de otro. ¿Cómo interpreta esta contradicción?

R. No hay ninguna contradicción sino un conflicto de intereses particulares. Las autoridades sanitarias han resuelto el problema aplicando la máxima de beneficiar 'a uno de los nuestros'.

El doctor Álvaro Bonet, en su despacho del centro de salud Salvador Pau.
El doctor Álvaro Bonet, en su despacho del centro de salud Salvador Pau.TANIA CASTRO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_