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Reportaje:

El atenuante de ser guardia civil

Protestas y asombro por la decisión de un juez de dejar en libertad a un agente acusado de violación

'Estoy atónita', dijo ayer la presidenta de la Asociación de Mujeres Violadas, Tina Alarcón, que mostró así su incredulidad ante los hechos. Esta asociación y la Federación de Mujeres Juristas Themis clamaron ayer contra la decisión del titular del Juzgado número 3 de Mollet del Vallès (Barcelona), Víctor Fernández González, de considerar atenuante en un delito de violación el hecho de que el acusado sea guardia civil.

A Pedro M. C. E le detuvieron por un presunto delito de robo con violencia, violación y tenencia ilícita de armas, es decir, está acusado de secuestrar y robar a una familia, además de violar a la mujer.

Cuando le arrestaron, en plena calle, según la Policía Local de Montmeló, sólo llevaba los pantalones puestos. Iba descalzo y sin camisa. Pese a todas estas acusaciones, el juzgado número 3 de Mollet del Vallès le ha dejado en libertad sin fianza.

El acusado tiene 25 años y es guardia civil. Una profesión que el juez ha valorado como un argumento a favor para dejarlo no enviarlo a prisión o ponerle fianza, alegando que un guardia civil es un 'servidor de la paz y de la seguridad'. Además, según el juez, el agente tiene 'trabajo y recursos económicos y arraigos en la ciudad', por lo que ha decidido dejarlo en libertad provisional.

En opinión de Tina Alarcón, la decisión del juez 'es algo que supera todo lo imaginable. Precisamente el ser un guardia civil y una persona de la que depende la seguridad de los ciudadanos debería ser agravante y no un atenuante', aseveró en declaraciones a Servimedia.

El juez reconoce que a los delitos imputados corresponden penas superiores a los diez años de cárcel, pero entre los argumentos que expone en la orden de libertad indica que 'nos encontramos ante una persona que no tiene antecedentes y que pertenece al cuerpo de la Guardia Civil'.

El joven acusado tan sólo ha reconocido uno de los delitos que se le imputa, el de tenencia ilícita de armas. A partir de ahí niega todas las otras acusaciones y empiezan los interrogantes sobre el caso.

Fue un vecino el que alertó a la Policía Local de Mollet del Vallès de que un hombre había salido corriendo, semidesnudo, de una casa unifamiliar y una mujer no dejaba de pegar gritos.

La policía inició una batida para encontrar alguien que encajara con la descripción y halló al joven guardia civil, que en 'todo momento colaboró con la detención y no opuso resistencia', según fuentes policiales.

Otra patrulla se personó en el lugar de los hechos. Al llegar al domicilio de la mujer encontraron a ésta y a su hijo de 15 años, acompañados de los vecinos. La mujer estaba 'histérica y no dejaba de llorar', según la policía. Se quejaba de un dolor agudo en el tobillo; según ella, se lo había roto al saltar de la terraza al patio, al intentar huir de su presunto agresor. Aparte del tobillo roto, ni ella ni su hijo 'presentaban lesiones'. El hijo explicó a la policía que el guardia civil lo había maniatado y que después había saltado desde la ventana para avisar a los vecinos. La policía llamó a un médico para que atendiera a la mujer.

Poco después avisaron al marido, que en aquellos momentos se encontraba trabajando. Fue el esposo quien llevó a la mujer al hospital de Granollers.

Según la Guardia Civil, que ha iniciado una investigación interna, el presunto agresor no ha querido declarar ni explicar nada ante los organismos internos del instituto armado y tan sólo ha reconocido que llevaba una arma de forma ilegal. No obstante, sí lo ha hecho ante el juez, que ha decidido dejarlo en libertad. Y lo que es seguro es que él 'no reconoce los hechos que se le imputan', dicen las mismas fuentes.

La Guardia Civil asegura que el acusado no prestará servicio hasta que no haya una resolución. De momento, es la Guardia Civil de Badia, y no la de Mollet como correspondería por competencias territoriales, quien está llevando a cabo las pesquisas, ya que los agentes de Mollet son compañeros del acusado.

El arresto del joven guardia civil causó gran sorpresa entre sus compañeros. Es un 'chico muy correcto', declaran algunos de los que han trabajo con él.

Las circunstancias de los hechos, un 'poco extrañas', según fuentes próximas al caso, han espoleado todo tipo de especulaciones. Aunque el presunto agresor habría declarado que las relaciones sexuales fueron consentidas, la mujer niega que conociera al guardia civil antes de los hechos. De momento, el caso se encuentra en fase de investigación.

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