Ruiz-Gallardón rechaza la oferta del PSOE de apostar por una legislatura de pactos

El presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, rechazó ayer la oferta de pacto y consenso propuesta por el portavoz socialista en la Asamblea, Pedro Sabando, durante su intervención en el debate sobre el estado de la región. Tampoco el representante del PSOE contestó al llamamiento a la unidad que desde IU le hiciera su coordinador de grupo, Ángel Pérez. El debate venía ya quebrado por la cuña de la remodelación del Ejecutivo anunciada el miércoles y que ayer mismo aprobó un apresurado Consejo de Gobierno minutos antes de la sesión parlamentaria.

Fue la de ayer una sesión extraña. Se intervenía en el hemiciclo. Pero era en los pasillos donde parecía estar el 'interés informativo'. Los nuevos miembros del Gabinete, ajenos a lo que se discutía en el pleno, daban sus primeras y jubilosas conferencias de prensa, se dejaban fotografiar y respondían, felices, a las preguntas. Tan evidente era la falta de cortesía parlamentaria que los portavoces de la oposición -primero Ángel Pérez y luego Pedro Sabando- tuvieron que reprochar al presidente lo obvio: que si es que no había encontrado otro momento para llevar a cabo el ajuste de su equipo.

El caso es que, como si fuera una consecuencia de este Gobierno reforzado y ampliado, el presidente regional rechazó, con buenas formas pero sin ahorrar crudeza, la oferta de Sabando de hacer una oposición basada en el consenso. Y en esa línea le presentó una treintena de propuestas de consenso, planes y acuerdos sobre empleo, siniestralidad laboral, vivienda, educación...

Pero Ruiz-Gallardón y el portavoz popular, Miguel Ángel Villanueva, le echaron abajo cualquier esperanza de acordar nada. 'Lo que me pide usted', dijo el presidente, 'es que volvamos a la política que ustedes llevaron a cabo en Madrid. Pero debe usted recordar que por esa política los madrileños les mandaron hace seis años a la oposición'. Villanueva fue más allá. Aprovechó para pasar factura a Sabando por un año de tensiones, de oposición sin alternativas, de hacer del Parlamento un circo. Le puso varios ejemplos de cómo el PSOE se había negado a pactar nada -citó la Ley de Parejas de Hecho- y, al igual que su presidente, terminó rechazando cualquier posibilidad de convertir la legislatura en una balsa de pactos.

Tono y espíritu

Así que el debate sirvió al menos para dejar claro que las cosas seguirán igual y que los cambios en el Gabinete tienen el sentido de la tan trillada frase de Lampedusa sobre cambiar algo para que todo siga igual. A Sabando se le rechazó hasta el tono y el espíritu de su discurso. Tono y espíritu semejantes a los que en política nacional utiliza José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE.

Podía habérselo ahorrado, pero Ruiz-Gallardón no pudo evitar hacer sangre: al responder a las acusaciones de que seguía las directrices del presidente José María Aznar, replicó a Sabando: 'Mejor es eso que hacer como usted, que sigue las consignas de un simple concejal'. Ruiz-Gallardón se refería al edil en el Ayuntamiento de Madrid y secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, presente en la sala, y que había anticipado en declaraciones a un periodista el tono del debate.

Fue una sesión en la que llovieron las ofertas. Ángel Pérez, de IU, también reclamó al PSOE la unidad para derribar al PP. Pero Sabando no hizo ni una sola alusión a eso en sus intervenciones. Lo escribía el poeta latino Marcial, hace casi 2.000 años: 'Me persigues, huyo. Huyes, te persigo'. Así es que no hay manera de encontrarse.