Las lluvias caídas son las habituales, según los registros meteorológicos

Atascos en la ciudad, túneles anegados, ferrocarriles y metros paralizados, cortes del suministro eléctrico, calles y campos inundados... El origen de todas estas anomalías no está en unas lluvias excepcionales, el agua caída desde la tarde noche del miércoles se corresponde con un típico temporal de levante de los que, cada otoño, con una o varias trombas espaciadas, enfrían un mar Mediterráneo recalentado durante el verano, según los datos meteorológicos.

El cambio climático, según apuntan los trabajos científicos que realiza la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha provocado en los últimos años una notable disminución de las tormentas de verano, aquellas que periódicamente estallaban por las tardes y refrescaban el ambiente, y un aumento de los temporales de levante. Según el director del CEAM, Millán Millán, los gases de efecto invernadero, sobre todo el ozono, al disminuir las tormentas de verano, más en volumen de agua que en número de episodios, impiden que el mar, 'con una carga explosiva de calor latente tremenda', se vaya enfriando paulatinamente y lo haga de golpe en forma de fortísimos temporales.

Pero eso no significa que las trombas pasadas sean más fuertes. Las lluvias de esta semana son las típicas de estas fechas, no han sido nada excepcionales. Millán Millán explica que al principio de otoño el mar Mediterráneo se encuentra muy caliente, y funciona como un motor que alimenta las tormentas. Cuando un frente frío del norte o centro de Europa baja cargado de aire seco y cruza el Mediterráneo, se carga rápidamente de vapor de agua, constituyendo un gigantesco frente tormentoso. Esta masa nubosa cargada de agua llega a la costa y a medida que se eleva, a la par que la orografía, se va enfriando y comienza a descargar.

Este proceso puede repetirse,según Millán, varias veces durante el invierno, incluso hasta en marzo, siempre que una zona del mar Mediterráneo, poco uniforme térmicamente, acumule excesivo calor. Y afirma que estos días, la mayor parte del agua ha caído en el norte de África.

Según las estadísticas de los meteorólogos, hasta nueve veces al año se producen en alguna parte de la Comunidad lluvias con más de 100 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. Por eso, estas trombas no tienen nada que ver con las que causaron las graves inundaciones de octubre de 2000, cuando cayeron en un solo día más de 300 litros en una superficie del orden de 1.000 kilómetros cuadrados, por lo que resultaron aún mayores que las de la pantanada de Tous, en 1982.

El CEAM acogió ayer la presentación que hizo el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, de la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático, que pretende fijar las líneas de actuación del Consell para garantizar una atmósfera limpia y evitar el efecto invernadero. El plan prevé mejorar el conocimiento de la situación del aire valenciano, mediante exhaustivos estudios del CEAM; desarrollar nuevas normativas y hacer campañas de difusión. Modrego, que explicó que los niveles de emisión de CO2 de la Comunidad suponen menos de la mitad que la media europea y por tanto los valencianos disfrutan de 'un aire limpio', aseguró que trabajará junto a otros departamentos, como las consejerías de Industria y Obras Públicas, pero no dio cifras de inversión. La estrategia definitiva se presentará en 2002.