La audacia creadora de Josep Font pone color a la Pasarela Gaudí

La audacia creadora de Josep Font coronó la primera jornada de propuestas de la Pasarela Gaudí. El diseñador presentó una colección basada en el color y la estampación sobre seda. Y mientras Font reafirma con éxito su propio estilo, una nueva generación entra con ganas en la parrilla de salida poniéndose como meta los mercados internacionales. En este sentido, destacaron los diseños de Mariona Gen.

Hannibal Laguna introduce el corsé y Armand Basi apuesta por la comunicación entre culturas con diseños de línea oriental y acabados muy actuales.

Font ha diseñado para la temporada primavera-verano del 2001 una de sus mejores colecciones. Sobre una pasarela oscurecida por enormes pintadas, Font alternó su ya clásica figura de corte entallado, de sastre riguroso y falda larga, con shorts muy cortos, algo inusual en este creador. Una propuesta pensada para 'mujeres cuyas edades oscilan entre la adolescencia', dice, 'y una hermosa madurez'. El color, los estampados, las rayas y el punto se convierten en las líneas maestras. Que confía en el color lo demuestran el hecho de mezclar rojos, verdes, amarillos, fucsias y azules en una misma prenda y salir victorioso. Son particularmente elogiables los tejidos de seda estampada que mezcla con sofisticadas calidades de denim, lo que le da un mejor funcionamiento en la calle; saca partido al clásico ganchillo, en cuyas composiciones se observa una ligera aproximación a la cultura flamenca.

Estar a la altura

Pero Font es una de las pocas excepciones ya que, por mucho que se esfuercen los organizadores, pocos de los diseñadores presentes en las últimas ediciones del Gaudí merecen estar sobre una pasarela. Los diseños de Toypes, una de las firmas gallegas habituales en la pasarela catalana, no estuvieron a la altura aunque contara con la inestimable presencia de la modelo Laura Sánchez liderando una colección con escasas aportaciones creadoras. Tampoco las propuestas de Núria Mora convencieron esta vez, y eso que lleva años tratando de convertirse en la diseñadora oficial de la buena sociedad catalana. Ni las de Pedro Morago, que defraudó en su viaje a través del tiempo, centrado en la silueta de la mujer, con prendas muy cortas y mezclas de lo más imaginativo, pero difíciles de sacar a la calle. No ha sido uno de sus mejores desfiles.

Tampoco el punto está viviendo uno de sus mejores momentos. Con Esteve y su diseñadora, Sita Murt, la pasarela catalana recupera otro de los nombres catalanes que habían elegido desfilar en Madrid durante las últimas temporadas, pero parece que no lo ha hecho en uno de sus mejores momentos: su desfile acabó por convertirse en una agonía de prendas con nada nuevo que aportar. No están los tiempos para eso si lo que queremos es competir en el ámbito internacional. Lo más destacado, las rayas de ambiente marinero.

Mariona Gen se desmarca en el diseño de prendas de punto por la originalidad y frescura que da a sus colecciones su diseñador, Pep Generó. Introduce la prenda corta -ya se ven pocos largos sobre la pasarela-, así que el futuro vuelve a ser de la mini, y construye piezas de indudable valor estético utilizando sólo los distintos gruesos de un mismo hilo. Responde a la vuelta del blanco y negro con colores más alegres, como el verde botella y el naranja entre los más fuertes. Hannibal Laguna es un caso aparte, pero en el extremo opuesto a Josep Font. Es un sastre vocacional y ejecuta patrones de indudable valor, utiliza y mezcla tejidos suntuosos, texturas trabajadas artesanalmente, pero el resultado nunca es satisfactorio a los ojos de la crítica, gracias a su estética desfasada.

Adelantándose a las expectativas del Gobierno en su camino hacia la exportación, una de las pocas firmas con presencia internacional es Armand Basi, que lleva varias temporadas desfilando en París. En el desfile de ayer en Barcelona devolvió el protagonismo a la mujer, aunque sea en hombre donde mejor se expresa. Basi vistió entre otras modelos a la actriz Patricia Velasquez con prendas inspiradas en Oriente: prendas de color azul china y juegos de luces y sombras que acaban destacando la relevancia que el binomio blanco y negro tendrá en la moda la próxima temporada.