El debate de 16 reformas diferentes

Preocupada por los resultados de las comparaciones internacionales del sistema de educación secundaria, Alemania, desde hace años, debate intensamente cómo mejorar sus colegios pese a la notoria austeridad de la caja pública. El problema, sin embargo, es que en el país, en vez de un solo sistema escolar, existen 16, correspondientes a igual número de Estados federales (länder). Pese a un denominador común mínimo establecido por la llamada Conferencia de Ministros de Cultura, que se reúne cuatro veces al año, las variaciones son enormes, comenzando con la duración total de la escolaridad, que puede variar entre 12 y 13 años para quienes opten por el Abitur, equivalente a la selectividad española que da derecho a ingresar en la Universidad.

Estudios internacionales han demostrado que los estudiantes alemanes alcanzan resultados mediocres en ciencias naturales y matemáticas. Por ello, todos los länder están estudiando o poniendo en práctica medidas para acercar a los colegios a la realidad universitaria y profesional. Entre los cambios previstos se encuentran la realización de primeros cursos universitarios en los colegios, una mayor atención a los alumnos especialmente dotados y una oferta más amplia de prácticas profesionales. La idea es promocionar más intensamente las ciencias naturales y las matemáticas y así despertar un mayor entusiasmo entre los alumnos.

Otro debate abierto es el de la duración de la escolaridad. En principio, y con grandes variaciones entre Estados federales, en Alemania existen tres tipos de colegios que siguen a los cuatro años de educación primaria: la Hauptschule, que dura entre cinco y seis años, y está pensada para jóvenes que no ingresarán a la Universidad; la Realschule, que, tras seis años, concluye con un título escolar medio, que posibilita, por ejemplo, el ingreso a una escuela técnica profesional, y el Gymnasium, el bachillerato, que, al menos en el oeste de Alemania, constaba de nueve años.

Es esta última duración, que está en tela de juicio a raíz también de estudios internacionales que demuestran que 13 años de escolaridad no capacitan más que 12, y, por el contrario, retrasan el ingreso de los jóvenes al mercado laboral. En tres länder, la duración del bachillerato ya se ha limitado a ocho años. Y, aunque esto no siempre se diga claramente, con la reducción de la duración del bachillerato las cajas públicas regionales disminuirían sus gastos en nóminas de maestros.