Las industrias papeleras pasan a ser historia

La economía de Alcoy y alrededores se ha sustentado históricamente sobre tres pilares básicos: la industria textil, metalúrgica y papelera. De los tres sectores que han dado riqueza y desarrollo a las localidades de L'Alcoià, El Comtat y La Vall d'Albaida, sólo el primero se mantiene con fuerza, y el caso de las industrias papeleras son ya historia.

La semana pasada se anunciaba el fin de la actividad de la última de las grandes firmas familiares dedicada a la fabricación de papel. La papelera Raduán, SA, ubicada en Lorxa (El Comtat), fue una de las dos empresas que mantuvo con independencia su negocio tras la fusión en 1934 de la mayoría de empresas del sector que se agruparon en la razón social de Papeleras Reunidas, SA. Con cerca de un centenar de trabajadores inició su actividad hace casi un siglo para dedicarse a la fabricación de papeles seda y sulfitos. Con el cambio de siglo y tras varias generaciones este negocio, con orígenes familiares, se ha visto obligado a cerrar sus puertas y poner fin a una industria centenaria que prácticamente mantenía la economía de Lorxa, una pequeña localidad de 500 habitantes.

La dirección de la empresa ha despedido a los 43 trabajadores que quedaban, y que sobrevieron a la decisión adoptada hace un año cuando se declaró suspensión de pagos y la plantilla se redujo a la mitad.

Los trabajadores que siguen siendo acreedores de la empresa se resisten a tirar a toalla. A través del sindicato CCOO han tratado de recomponer esta actividad, y con ella sus trabajos. Con esta idea varios empresarios de localidades vecinas han pasado por las instalaciones de la fábrica de Lorxa con el objetivo de no perder la inversión millonaria realizada en maquinaria.

Sin embargo, el secretario de CCOO en las Comarcas Centrales, Francesc Molina, advirtió que estas visitas no habían fructificado, y que se había dado un último plazo de tres meses para buscar algún empresario que adquiera la firma. El portavoz sindical achaca el despido de los trabajadores a la gestión llevada por la dirección, y a la administración, así como a sus asesores y a quienes recomendaron en un informe la clausura de la fábrica, en beneficio de los intereses familiares.

La industria papelera alcanzó los mejores años de prosperidad y riqueza para las comarcas entre Xàtiva y Alcoy a finales del siglo XVIII. Banyeres de Mariola, Alqueria d'Aznar o Alcoy se convirtieron en los principales centros de las industrias de manipulación del papel que generaron una gran actividad económica y ideron trabajo a familias enteras.Los mejores resultados se produjeron con el auge en el consumo del papel de fumar. Hoy el sector es historia en la comarca, y sólo queda algún taller testimonial en Alqueria d'Aznar.