El pintor norteamericano James A. Kuiper inspira su arte en el caserío vasco
Expone en la Galería Altxerri 20 obras sobre la unión entre el hombre y el paisaje
Hace cinco años, James Alan Kuiper (Chicago, 1945) no sabía situar San Sebastián en el mapamundi. Pero una estancia en el País Vasco le dejó deslumbrado con el medio rural y la armonía existente entre el caserío y su territorio. Aquellas impresiones son ahora una constante en su pintura. La Galería Altxerri, en San Sebastián, acoge estos días una muestra del artista norteamericano con un tema dominante: el paisaje vasco.
Kuiper ha trasladado a sus pinturas las sensaciones que ha ido acumulando durante sus estancias en Euskadi: 'Desde el primer día me quedé fascinado con el paisaje y con la integración del hombre en su entorno, esa fusión entre la casa vasca y el territorio que lo envuelve'. En sus cuadros plasma el simbolismo del caserío, los surcos del campo y el paisaje vasco.
La obra que cuelga en la Galería Altxerri (Reina Regente, 2) es el resultado de sus reflexiones sobre 'el paisaje vital vasco' y una prolongación de más de un centenar de dibujos que ha recopilado durante sus visitas a la comunidad autónoma desde 1996, cuando acudió al Palacio Miramar para impartir una lección de arte en un curso de verano de la UPV.
'Me preocupa la identificación del hombre con su medio, la forma tan perfecta como se integra en el territorio, la conexión hombre-naturaleza', afirma el pintor estadounidense, profesor de arte en la Universidad de California.
La técnica artística de Kuiper nace de una 'preocupación por los contrastes'. Combina materiales sensibles y sobrios. Utiliza unos pigmentos acrílicos sobre unas láminas de acetato, en las que coloca elementos sólidos, como piedras, zarzas o figuras de estaño y bronce.
Kuiper está muy pendiente de las noticias que llegan de su país tras los ataques terroristas contra Nueva York y Washington: 'El 11 de septiembre marcará un antes y un después, también en mi trabajo artístico'. La tragedia le sorprendió en Bilbao; llamó a su mujer y, acto seguido, se interesó por el paradero de sus amigos artistas de Nueva York: 'Todos están a salvo', respira. Ahora le preocupan los cambios que sufrirá su país: 'Estados Unidos se ha caracterizado por permitir la entrada de todo tipo de personas, sea cual sea su raza o religión. Espero que el ataque terrorista no cambie esa actitud aperturista y, sobre todo, no dé argumentos a los sectores más reaccionarios de la sociedad y a quienes no quieren controles sobre las armas'.
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