'Si dejamos caer el sistema, sobrarán universidades en Andalucía'
Pregunta. Usted se ha mostrado moderadamente pesimista ante la posibilidad de que las universidades pierdan en los próximos años entre un 25% y un 30% del alumnado.
Respuesta. Son razones demográficas. Yo no soy especialmente pesimista, sólo sé que es una realidad y que hay que adoptar medidas. Este año ya caen todas las universidades andaluzas, en especial las pequeñas, y se mantienen Sevilla, Málaga y Granada. En nuestro caso hemos cubierto por completo este año el 20% del distrito abierto. Esto y la captación de alumnos extranjeros son dos de los mecanismos necesarios para compensar la pérdida de alumnos. Nuestro potencial pasa por reconvertir muchas de las horas de trabajo del profesorado en investigación y nuevas ofertas del tercer ciclo y posgrado. Otra posibilidad es que la ley permita a las universidades ocuparse de la formación profesional de nivel superior.
'Ciertas universidades, si siguen perdiendo alumnos, pueden entrar en una situación crítica'
P. ¿Cómo ha soportado Granada la apertura de las universidades de Jaén y Almería, provincias de las que se abastecía tradicionalmente?
R. No se ha notado. Granada ha seguido creciendo y ha llegado hasta los 60.000 estudiantes, una cifra superior a la que se podía pensar hace una década. Otra cosa es que la apertura de las universidades provinciales nos haya perjudicado en el reparto de recursos. Pero como ciudadano de a pie creo que ha merecido la pena: han generado riqueza y desarrollo, y creo que nosotros no podíamos ser los únicos beneficiarios de ese potencial.
P. Usted ha sido el promotor de una comisión económica de las universidades andaluzas.
R. Yo hice una propuesta para que las universidades nos pusiéramos de acuerdo en un nuevo plan de financiación y de distribución de los recursos. La situación económica actual es crítica. Las universidades andaluzas, que en los últimos años han experimentado un proceso de crecimiento, están por debajo de la media en inversión. Yo creo que en este mes las universidades podremos alcanzar un acuerdo que entregaremos a la Junta de Andalucía. No queremos que se utilice como coartada para un nuevo modelo de financiación que las universidades no estamos de acuerdo.
P. Teniendo en cuenta esa situación de crisis ¿no da la impresión que los rectores han sido demasiado conformistas?
R. El proceso se ha producido a gran velocidad y a veces es difícil anticiparse. En 1993 se puso en marcha un plan de solidaridad para reequilibrar a las universidades, incluidas las recién creadas de Jaén, Almería y Huelva, por el cual las universidades que más tenían crecerían muy poco (a veces por debajo del IPC) para que las que tenían menos pusieran a punto su potencial. Ese fenómeno de nivelación por abajo no se percibió entonces. Este plan se intentó prorrogar hasta el 2001, pero el rector saliente de Granada no lo firmó. Yo estoy de acuerdo, pues hemos pasado de una situación extraordinaria a otra muy crítica en la que empezamos a utilizar los recursos propios para pagar las nóminas. Ya pasó la etapa de consolidación del sistema y ahora entremos en otra de competencia.
P. ¿Han visto bien las universidades andaluzas la liquidación del plan de solidaridad?
R. He percibido que sí. Todo el mundo asume que es el momento de establecer un cambio y hacer lo que el Parlamento dice, incorporar el 1,5% del PIB a la educación superior.
P. ¿Está siendo receptiva la Junta de Andalucía a estas peticiones?
R. Dentro de dos o tres meses podré dar una respuesta contundente. La Junta ha promovido una resolución parlamentaria, aprobada por todos los grupos salvo el PP, que se abstuvo, para pasar en los próximos seis años de poco menos del 0,8% del PIB a un 1,5% en educación, del cual un 1,2% sería para las universidades. Es necesario un impulso importante a cambio de introducir criterios de calidad. Debo entender que si no se desarrolla esta resolución es porque no hay recursos. La pelota está en el tejado de la Junta. Si dentro de tres meses esto no se hace realidad yo diré que la Junta ha hecho lo contrario de lo que ha decidido.
P. ¿Ha llegado a afectar la crisis económica a la calidad de enseñanza?
R. No, porque partíamos de una calidad inferior a la actual a causa de un sistema obsoleto, que no competía ni tenía referentes de calidad, que se limitaba a dar una enseñanza reglada sin ningún criterio de evaluación.
P. ¿El riesgo persiste?
R. Ahora mismo, a plazo inmediato, hay un riego enorme de perder calidad. Hay universidades que se están planteando la dificultad para sobrevivir sino se desarrolla un nuevo modelo de financiación con incrementos importantes para el próximo año. Hay universidades que demandan un crecimiento del 20% para subsistir, centros que han desarrollado una deuda importante que debe ser financiada porque no se debe a una política de despilfarro sino de desarrollo que no ha sido compensada con transferencias adecuadas. Hay universidades que tienen el capítulo de personal por encima de sus necesidades desde hace años por una serie de demandas políticas de titulaciones y campus que proviene de los intereses de la Junta de Andalucía o de la provincia.
P. ¿Las universidades más jóvenes son las que más riesgo corren?
R. Ciertas universidades pequeñas, si pierden alumnos en los próximos años, pueden estar en una situación crítica, pero las grandes, aunque mantengamos el alumnado, no podremos atender otras obligaciones. El riesgo afecta a todo el sistema.
P. ¿Sobran universidades?
R. Si optamos por dejar caer el sistema universitario sobrarán. Si la nueva formación profesional, las titulaciones de uno y dos años para formar a especialistas las sacamos de la universidad habrá una crisis y quizá haya que convenir que no se planificó adecuadamente cuando se crearon. Pero si mantenemos que a partir de 17 años la educación superior es universitaria las universidades tendrán sentido.
P. ¿Tiene Granada previsto incorporar nuevas titulaciones técnicas?
R. El área tecnológica no puede crecer de forma indiscriminada sin conocer las demandas sociales. Estamos trabajando en el campo de ingeniería civil, pero hay otro en el que tenemos una gran potencial básico: electrónica, informática y física. Ahora podemos introducir una tercera especialización, la de telecomunicaciones. Es nuestra apuesta más importante. Todo esto puede ser el germen, porque hemos hecho reservas de terreno, para un pequeño campus tecnológico en torno al cual haya empresas y contratos de investigación.
P. ¿Y el el Campus de Salud de Granada?
R. Aún hay que determinar si vamos a tener sólo un hospital o un campus. En los próximos meses lo sabremos.
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