Los suegros de Rodríguez Menéndez admiten que su hija ejerció la prostitución
Laura Fernández conoció al letrado durante un servicio, según sus padres
Juan Manuel Fernández y Mercedes Navarro, padres de Laura Fernández -la ex mujer del abogado José Emilio Rodríguez Menéndez-, declararon ayer ante el tribunal que juzga a su hija y a tres personas más por el intento de asesinato del letrado. Los padres de Laura aseguraron que ésta conoció a su esposo cuando trabajaba como prostituta. 'Con lo duro que es para un padre reconocer esto, al final supe que no se habían conocido en una discoteca, sino en el despacho de él en un servicio', afirmó Juan Manuel Fernández.
Los padres de Laura dijeron no tener constancia, 'aunque sí sospechas', de que su hija consumiese drogas. 'Yo sabía que bebía bastante, tenía altibajos emocionales y sufrió cuadros de anorexia y bulimia', explicó el padre de la acusada en la Audiencia de Madrid. Juan Manuel Fernández relató que, meses después de la boda de su hija con Rodríguez Menéndez, Laura le hizo partícipe de su situación familiar. 'Me dijo que su marido la había tirado por las escaleras, que le había dado patadas y le había tirado del pelo', señaló.
Según el defensor de la procesada, Jaime Sanz de Bremond, las declaraciones de sus padres 'corroboran que cada una de las declaraciones de Laura son ciertas, y no las de su ex marido'. El fiscal acusa a la ex esposa de Rodríguez Menéndez de ofrecer a José Ignacio Rocha, Nacho, '50 millones de pesetas, un [reloj] Cartier y un polvo', a cambio de que aquél matase al abogado en la madrugada del 17 de junio de 1999, cuando éste llegaba a su chalé de Las Rozas tras un viaje a Bilbao.
Por estos hechos, Laura, de 31 años, se enfrenta a una petición fiscal de 12 años de prisión como inductora del asesinato de su esposo. Para Nacho se piden 14 años como autor del disparo que estuvo a punto de acabar con la vida del letrado.
Juan Manuel Fernández declaró en la vista que, cuando él y su esposa, Mercedes Navarro, se separaron, la hija de ambos y ahora procesada, que 'no estaba en una situación normal', se fue a vivir con él, si bien posteriormente ella se trasladó a Palma de Mallorca por motivos de trabajo. A su regreso de las islas, el padre observó en Laura 'un deterioro profundo en lo físico y en lo psicológico', incluido un proceso de 'anorexia y bulimia'.
El testigo explicó que Laura le presentó a Rodríguez Menéndez como una persona que había conocido en una discoteca, que le había ofrecido trabajo y de la que posteriormente se había enamorado. 'La cara le había cambiado. Estaba risueña. Le desapareció la bulimia y le cambió el aspecto', agregó el padre, quien reconoció que, posteriormente, su hija le confesó que, en realidad, conoció al abogado cuando fue a prestarle un servicio de prostitución.
Intento de suicidio
Tras su boda, Laura, siempre según la versión de su padre, intentó suicidarse al saber que su esposo se había llevado al viaje de novios a otra mujer, -'que, por cierto, estaba en la boda bailando con él', recordó el progenitor-. Juan Manuel Fernández dijo además que su hija le contó que las infidelidades de su marido 'eran muy frecuentes'. Mercedes Navarro, madre de Laura, corroboró el testimonio de su ex marido.
Durante la quinta sesión de la vista oral prestaron también declaración el padre y dos de los amigos de Rafael Bravo, que era quien conducía la moto desde la que Nacho intentó matar a Rodríguez Menéndez. Estos testigos aseguraron que Bravo, que era consumidor habitual de cocaína, les aseguró que desconocía que Nacho iba a disparar al abogado cuando le acompañó, y que pensaba que sólo iban a recoger un maletín. El fiscal solicita para Bravo 10 años de prisión. Asimismo, pide tres años para Ángel Suárez Flores como encubridor, ya que fue éste quien facilitó asistencia médica a Nacho, herido de bala por un escolta del abogado.
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