Las cenizas del Turmell
Todas las estériles declaraciones sobre lo bien controlados que están los incendios y lo sobrado que va el PP con su política forestal han ardido por los cuatro costados y sus cenizas cubren el Turmell. Resulta lamentable hacer campaña política de un tema tan grave como el de los incendios.
Por desgracia parece ser que sólo un incendio nos alarma y nos recuerda de golpe la importancia de un paraje como el recientemente quemado. Parece ser que la causa del fuego ha sido la caída de un rayo, prácticamente la única causa natural que puede provocar incendios. Existen métodos de detección que permiten con rapidez ubicar temporal y espacialmente la caída de rayos con bastante precisión. Al menos algunas comunidades ya poseen mecanismos de este tipo que permitirían al menos detectar el suceso antes de ver la columna de humo en el horizonte. La noche parece ser también un obstáculo insalvable para actuar contra un fuego con medios aéreos. También en otras partes parecen existir medios aéreos dotados con sensores que les permiten detectar fuegos de muy pequeño tamaño y actuar pese a la obscuridad.
Más que perderse en discusiones y desmentidos, se pone de relieve la pertinencia de algo que pedimos infructuosamente los ecologistas desde hace tiempo: que se efectúe una auditoria independiente que analice con detenimiento los errores producidos en toda la cadena de actuaciones desde que se detecta el incendio hasta que se extingue.
También la necesidad de sacar provecho político demasiado rápido, lleva a improvisar soluciones arriesgadas o contraproducentes. En nuestro territorio, con tantos años de repoblaciones inadecuadas y agresivas con los ecosistemas, esto lo deberíamos tener muy presente. O comprendemos pronto que los ecosistemas forestales son necesarios y valiosisímos para todos, precisamente más cuanto mejor conservados están, o tendremos mucho tiempo para lamentarlo. El Turmell podrá regenerarse si se adoptan medidas adecuadas y respetuosas con el ecosistema, pero otros valiosos parajes de nuestras montañas siguen sin protección y sometidos a decenas de pequeñas agresiones continuas sin importancia. Como es más barato prevenir, deberíamos empezar protegiéndolos urgentemente.
