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Un hombre viola a una joven de Alcorcón en el portal de su casa

Lo único que quería C. L. G., una joven de 20 años residente en Alcorcón, era llegar a casa y descansar después de una larga noche de fiesta. Pero no pudo. Y lo que prometía ser un sueño reparador se convirtió en una pesadilla. Segundos antes de entrar a su casa, cerca de las seis de la mañana de ayer, un hombre, aparentemente suramericano, abordó a la chica en el descansillo de su piso, la amenazó con dos navajas y, tras obligarla a bajar al portal, la violó.

Aún conmocionada, la madre de C. L. G. contó ayer que su hija había pasado toda la semana estudiando para unos exámentes de COU. 'Estaba contenta porque había aprobado todos', relató la mujer. El pasado sábado, C. L. G. quedó con unos amigos para celebrar sus buenas notas y disfrutar de las fiestas que hasta ayer se celebraron en Alcorcón.

La chica regresó a su casa, en la calle del Parque Bujaruelo, en compañía de un amigo. Ambos entraron al edificio y subieron juntos en el ascensor. Al llegar a la sexta planta, donde vive la víctima, ésta cruzó sola el escaso espacio que separa el elevador y la puerta de su casa. Su amigo se despidió y bajó de inmediato. La joven estaba introduciendo la llave en la cerradura cuando el agresor apareció de repente. 'Ella no sabe de dónde salió. Ni siquiera le vio venir. Como nuestra casa es un piso interior que da a una escalera, yo creo que él se tuvo que meter por ahí para aparecer después en el pasillo', explicó la madre de C. L. G. El individuo, de 1,70 metros de estatura, piel negra, cabello muy corto y complexión normal, según la descripción que aportó la joven, llevaba dos navajas.

El agresor colocó una de las navajas en el cuello de la chica y la otra en un costado. 'Vamos al ascensor. Y no chilles ni grites porque te mato', le dijo al oído el presunto violador, siempre según la versión que la joven C. L. G. contó a sus padres. Presa del pánico, la muchacha caminó hasta el ascensor y, una vez allí, el hombre la empujó hacia dentro; luego la condujo hasta el portal del edificio, donde la obligó a quitarse el pantalón corto que llevaba puesto y la violó. C. L. G. no alcanzó a ver la cara de su violador, pero sus manos, dijo, 'eran negras'. Una vez consumada la agresión, el hombre huyó.

Como pudo, la chica llegó hasta su casa y allí contó a su familia lo que le había sucedido. En la vivienda se personó una patrulla de la policía local de Alcorcón, cuyos agentes requirieron la presencia de una ambulancia de la Cruz Roja. La joven, según fuentes de esta institución, presentaba 'contusiones típicas de un forcejeo y crisis de ansiedad'. Después de un primer reconocimiento fue trasladada al hospital de Alcorcón, aunque su estado no revestía gravedad.

Golpes en una rodilla

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La joven contó a sus padres que, por su acento, el hombre que la agredió parecía de origen suramericano. La víctima vive en una urbanización privada de edificios nuevos y, según su madre, unos minutos antes de que se produjera el ataque un guardia de seguridad había pasado cerca del portal, pero no se percató de ningún movimiento extraño.

'Mi hija es una chica muy formal que nunca ha tenido problemas con nadie. Ni siquiera sale mucho y, cuando lo hace, vuelve pronto a casa', se lamentaba la madre. C. L. G. permanecía ayer en su vivienda bajo los efectos de unos tranquilizantes que le suministraron los médicos. La joven sufrió además varias contusiones en una rodilla. La madre de la víctima asegura que en la zona no se han producido nunca agresiones de este tipo. 'Yo sí he oído que, a veces, han asaltado algún piso, pero en los cuatro años que llevamos aquí a nosotros nunca nos había pasado nada', explicó.

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