Tirán y Castro, dos especialistas a la sombra de Orio en La Concha

La cita estelar de la temporada de traineras debería resolverse hoy sin grandes misterios en La Concha. La superioridad de Orio ha colocado los pronósticos entre paréntesis y a Castro y Tirán en un segundo plano igualado pero alejado de la trainera amarilla, invicta desde el pasado 8 de agosto. La importancia de la regata ha convertido la prueba en un asunto para especialistas (Tirán), embarcaciones en forma (Orio) o aspirantes meritorios como Castro.

Hondarribia será el cuarto integrante de la tanda de honor, un invitado de ultimísima hora que ha viajado de menos a más durante la presente campaña y ha acabado por colocarse, gracias a rebotes y esfuerzos inhumanos, entre los mejores. Su puesto honroso coloca a Koxtape en un lugar desconocido, lejos de los focos que no dejan de acompañar los movimientos superiores de Orio, tan fuerte, tan infalible como hace un año. Son los patrones del remo por fuerza y dedicación.

Los gallegos de Tirán ocuparán hoy en la salida la segunda plaza, dos segundos por encima de Castro. Los de Pontevedra se impusieron en San Juan de Luz a principio de temporada y después se recluyeron en su tierra, midiéndose a rivales de menor consistencia pero entrenándose a conciencia. En su cuaderno de citas, la Bandera de La Concha aparece subrayada mil veces en rojo: saben que es la mejor (y más complicada) forma de despuntar en la competición que importa de veras. Tirán se ha encomendado a su entrenador, José Manuel Francisco, licenciado en INEF, ex de la mítica Kaiku, y aparentemente a punto de cambiar de aires gracias a su currículo. Su trabajo de preparación científica, habitual y obligada en la mayoría de las embarcaciones, ha convertido a los gallegos en una seria alternativa a la clase de Orio.

Sin embargo, también las estadísticas contradicen los deseos gallegos: no se ha dado ninguna remontada en la última década, sólo cuando en 1991 San Pedro remontó dos posiciones y se impuso a Orio y San Juan.

Así, la pugna de Tirán por conservar la segunda plaza ante Castro debería convertirse en la verdadera atracción de la jornada final en La Concha, puesto que Orio parece al abrigo de descalabros, por mucho que sus ocho segundos de renta se antojen escasos para los especialistas. En 1996, Tirán fue capaz de marcar el mejor tiempo en la jornada definitiva, lo que le concedió el segundo puesto final, un techo que esperan saltarse gracias a ciertas modificaciones técnicas en su embarcación y a su exclente condición física.

Mucho menos segura de sí mismo, Castro habló el domingo pasado por boca de José Luis Korta, patrón, remero y alma de una trainera forjada a base de fichajes: cuenta con un rumano y con cinco remeros vascos pero considera que a su tripulación 'le falta motor' para superar a los oriotarras. Castro es igualmente la trainera que mayor presupuesto maneja, lo que permite al equipo alojarse estos días en un hotel de cuatro estrellas cuando el resto de inscritos ha de refugiarse en lugares menos ostentosos.

El sueño de Korta, tránsfuga de Orio, sigue siendo ganar en La Concha: con todos los medios a su alcance, a su embarcación le falta alcanzar el estado de gracia de Orio, un bloque tan serio y metódico como si percibiera una nómina por remar. De hecho, se ha confirmado como la potencia de la última parte de los noventa (cuatro triunfos en las últimas cinco citas) y sigue siendo inalcanzable en el palmarés de la prueba, con 30 triunfos camino de convertirse en 31. Ayer, las aguas de la bahía donostiarra amanecieron tranquilas, lo que favorece el ritmo eficaz y rápido de los oriotarras. La mar encrespeda le sonríe aún más, porque ahí puede marcar, a base de vatios, mayores diferencias. 'Si Orio remara al 90%, y nosotros al 100%, podría darse una sorpresa', anunció Korta. Su tono de voz delataba una total falta de optimismo.