Castellón celebra sus 750 años de historia con una 'megamascletà'

La ciudad de Castellón comenzó ayer la celebración del 750 aniversario de la firma del privilegio real, por parte del monarca Jaume I, que permitió el traslado de los primeros pobladores cristianos desde el altozano sobre el que se asentaban, en el Castell Vell, hasta la fértil llanura, habitada por musulmanes y judíos. Fue el 8 de septiembre de 1251 cuando desde Lleida, el rey de la Corona de Aragón concedió el permiso que ahora se celebra, haciendo caso a las reivindicaciones de la población cristiana, que reclamaba bajar al llano para establecerse y abandonar su precario modo de vida en el monte, aprovechando que prácticamente habían desaparecido las tensiones entre las distintas comunidades religiosas, y envidiando el éxito comercial y agrícola de judíos y musulmanes.

El documento del privilegio todavía se conserva en buen estado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, y será trasladado a Castellón el próximo 12 de enero para convertirse en la pieza clave de la exposición documental del 750 aniversario. Los actos conmemorativos se iniciaron con la recepción en el salón de plenos del Ayuntamiento, por parte de toda la Corporación, de las distintas autoridades, entre las que se encontraban el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana; la presidenta de las Cortes Valencianas, Marcela Miró; el consejero de Industria, Fernando Castelló; el portavoz del partido popular en las Cortes, Alejandro Font de Mora; el portavoz de Economía, Ricardo Costa; el diputado autonómico del PSPV y ex alcalde de Castellón, Daniel Gozalbo, y los diputados nacionales del PP y el PSOE por la provincia, Juan José Ortiz y Mario Edo, respectivamente, además de las reinas mayores de las fiestas de la Magdalena en Castellón, las Fallas de Valencia, y las Hogueras de Alicante.

Más tarde, tras un solemne acto institucional en el edificio del Consistorio, y con la presencia de centenares de vecinos, tuvo lugar el desfile oficial de la comitiva institucional, que iba precedida por tambores, la Esquadra d'Honor, portaestandartes, la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, la Milicia Templaria, els Prohoms y Na Violant de Hongría, además del rey Jaume I, representado en esta ocasión por el dermatólogo castellonense Javier Vicent Queralt, que al igual que el resto de órdenes militares y civiles que evocaban aquella época, vestía ricos atuendos medievales. A las 13.00 horas tuvo lugar el homenaje a la figura del rey conquistador, ante la estatua en su honor que se erige en la ciudad, donde el presidente de la Generalitat y el alcalde de Castellón, José Luis Gimeno, colocaron una corona de laurel a los pies del monumento. Precisamente fue Gimeno quien resaltó la 'extraordinaria importancia' de este acontecimiento, y manifestó sentirse 'emocionado por la posibilidad de vivir el 750 aniversario de Castellón como alcalde'. Ya a las dos de la tarde, en el Pau Gumbau, tuvo lugar uno de los actos más esperados de estas fiestas fundacionales porque la pirotecnia Turís de Valencia se encargó de disparar la mayor mascletà de la historia, que quedará reflejada en el libro Guiness de los récords. Un total de 1.251 kilos de pólvora -en recuerdo del año en que fue posible el descenso de los cristianos a la llanura-, doce veces más que la mayor parte de este tipo de acontecimientos pirotécnicos, atronaron los oídos de los participantes en el evento y de buena parte de los habitantes de la ciudad en apenas 8 minutos, tras los que una intensa y penetrante humareda se apoderó del cielo de Castellón. La conmemoración del 750 aniversario no concluyó ayer; durante lo que resta del año y parte del siguiente Castellón albergará un gran número de actividades culturales, científicas y del mundo de la investigación.