El juez encarcela a los cinco secuestradores que tuvieron encadenados 17 días a tres marroquíes en Orihuela

Los cinco magrebíes (tres argelinos y dos marroquíes) detenidos en Orihuela el jueves por secuestrar y torturar durante 17 días a tres inmigrantes marroquíes en una casa de la huerta oriolana ingresarán en la prisión de Foncalent. Así lo decretó ayer el titular del Juzgado de Guardia de Orihuela tras tomarles declaración y escuchar los testimonios de las víctimas. Los detenidos están acusados de secuestro y de tráfico de personas.

Tras declarar ayer en calidad de testigos bajo protección policial, los tres jóvenes liberados pasarán al amparo de la organización Vega Baja Acoge, que les procurará cama, comida y asesoramiento en tanto regularizan su situación.

Fuentes policiales explicaron que estos tres jóvenes presumiblemente podrán permanecer legalmente en España, pues así lo contempla la Ley de Extranjería para quienes denuncien las actuaciones de este tipo de mafias que comercian con inmigrantes, les secuestran y les extorsionan.

Las tres víctimas del secuestro nacieron en Larache (Marruecos) y son Mohamed, Abdelazí y Ahmed, de 24, 19 y 28 años, respectivamente. El 15 de agosto cruzaron el Estrecho en patera, después de desembolsar cada uno de ellos cerca de 200.000 pesetas a las mafias que organizan estos viajes clandestinos. Tras permanecer tres días escondidos en los montes del Campo de Gibraltar (Cádiz) fueron trasladados en un vehículo -uno de ellos en el maletero- a la casa de Orihuela, donde fueron encadenados, golpeados y amenazados con palos y cuchillos. Sólo fueron alimentados con tomates y agua. Durante los 17 días de cautiverio permanecieron hacinados en el suelo de una sucia habitación.

Cuando los secuestradores hablaban por teléfono con los familiares para exigirles el rescate golpeaban a las víctimas para que aquellos escucharan los lamentos, y demostrarles así que el asunto iba en serio. A los familiares en Marruecos se les exigía 200.000 pesetas a cambio de la libertad de los secuestrados.

Uno de los tres marroquíes logró escapar el miércoles por la noche y alertar a la policía oriolana. Agentes de la Patrulla Rural de la Policía Local de Orihuela recogieron al hombre y le llevaron a Comisaría. Allí, asistido por intérpretes, el joven explicó lo ocurrido y cómo sus compañeros seguían encadenados. No sabía regresar a la vivienda, pero aportó dos pistas a los agentes: muy cerca había unos tubos muy grandes -conducción del trasvase Tajo-Segura- y se escuchaba el ruido del ferrocarril.