'Soy tan tranquilo que pongo nerviosa a la gente'

Tiene los nervios de acero. Su juego es racional y pausado, fiel reflejo de su personalidad. Toca y se va. Carles Rexach le ha elegido para dirigir al Barcelona. Y otro tanto ha hecho José Antonio Camacho en la selección española. Xavi Hernández Creus (Terrassa, Barcelona; 25 de enero de 1980) ha sido el único capaz de convivir con la alargada sombra de Guardiola: ni De la Peña ni Gerard. Campeón del mundo sub 20 en Nigeria 1999 y medallista de plata en Sydney 2000, dice sentirse preparado para ejercer de 4 en el equipo nacional que dispute el Campeonato del Mundo de Corea y Japón 2002. Contra la proliferación de medios centro atléticos y corpulentos, es pequeño y, en apariencia, frágil: mide 1,71 metros y pesa 66 kilos. Sus grandes ojos rasgados miran con fijeza.

Pregunta. Tiene pinta de haber estado gordo de pequeño.

Respuesta. No, qué va. Era delgadito. Y tampoco tengo tendencia a engordar.

P. ¿Tiene miedo ante la responsabilidad que se le viene encima?

R. No. Hace cuatro años que estoy en la primera plantilla del Barcelona. Sé que mi posición en el campo, la de 4, es muy especial, pero siempre me ha gustado la responsabilidad.

P. ¿Qué se siente: medio centro o media punta?

R. Medio centro. Me reconozco como pivote, aunque puedo adaptarme a la media punta como hice en Sydney. Allí tuve por detrás a Albelda, que es muy fuerte físicamente y me venía muy bien.

P. Si se le comparas con otros medios centro, como De los Santos o Vieira, es un peso pluma.

R. El físico no es demasiado importante para esta demarcación. Yo toco, toco, toco... Es la filosofía del Barça. Y Camacho también está llamando a gente de mis características. Eso sí, intento no entrar al choque. Mi estilo no cambia. A veces no me queda más remedio que hacerlo, pero no es lo mío. Además, yo creo que no es importante ser contundente, sino robar balonces y ser pillo. Mi estadística creo que es buena en este apartado: 15 por partido, según los periódicos.

P. ¿Pero qué hará cuando le toque emparejarse, por ejemplo, con Albelda, a quien tan bien conoce?

R. (Risas) Albelda es muy duro, pero sin mala fe. De todas formas, a mí, normalmente, me toca emparejarme con el media punta del equipo rival, que es más bien creativo. A mí, los jugadores que peor me van son los habilidosos y rápidos, tipo Aimar. Prefiero enfrentarme a los estáticos.

P. Hay quien piensa que carece de personalidad para llevar la manija de España.

R. Llevo la del Barcelona y hay más presión en mi club que en la selección. Espero demostrar a los que piensan lo contrario que puedo hacerlo.

P. ¿Por qué es tan inexpresivo jugando?

R. Nunca me habían dicho que fuese inexpresivo. Pero yo soy así. Hago mi trabajo y espero que le guste a la gente y al equipo. Soy muy discreto y eso lo reflejo en el campo. Es mi personalidad.

P. Pero arriesga muy poco.

R. Siempre miro hacia delante e intento hacer pases de gol, pero a veces no se puede, y menos en el Barça, en el que se tiene que abrir mucho el juego a los extremos. De todos modos, sí que he hecho pases de gol. Esta pretemporada he dado algunos.

P. ¿Y qué siente cuando, como dice Camacho, da un pase de gol que nadie ve, salvo usted, ante 100.000 espectadores? ¿Es como un orgasmo?

R. Sí, algo así. No lo sé explicar, pero es algo muy especial.

P. ¿Es tan tranquilo como parece?

R. Sí. Es importante ser racional en la vida. Sobre todo, en las situaciones adversas. Si te pones nervioso, no las controlas.

P. ¿Y frío?

R. Sí, soy muy racional. Es lo mejor para jugar delante de 100.000 espectadores. Nunca he perdido los papeles.

P. Duerme como un tronco, claro.

R. Sí, me gusta mucho dormir: unas ocho o nueve horas diarias. La siesta también me la echo siempre que puedo.

P. ¿Le trae problemas esa pachorra?

R. Sí, soy tan tranquilo que pongo nerviosa a la gente. Y también soy un tozudo. A veces me paso de tozudo.

P. ¿Y cuál diría que es su principal virtud?

R. Que soy muy sincero. Siempre digo las cosas a la cara.

P. ¿Qué le ha parecido su primera experiencia con Camacho?

R. Tiene mucho carácter y es un gran motivador.

P. ¿Le han hecho alguna entrevista en la que no le hayan preguntado por Guardiola?

R. (Risas). No. Siempre me preguntan algo.

P. Por ejemplo, ¿en qué es mejor usted que él?

R. Soy diferente.

P. ¿Y no está harto de que le comparen con él?

R. No me enfado nunca por nada.

P. ¿Le gusta cocinar?

R. Sí; sobre todo, pasta, arroces y carnes. Lo básico, vamos.

P. Su novia le anima a estudiar. ¿Le hace caso?

R. Estoy con el inglés. Y a ver si este año acabo el COU...