Fuegos artificiales a plena luz del día abren hoy la Fira de Teatre de Tàrrega, a la que acuden 123 compañías
Azul sobre azul, así empieza hoy la Fira de Tàrrega con el espectáculo inaugural. Fuegos de artificio a plena luz del día (plaza Major, 13.30 horas) creados especialmente para la ocasión por Pierre-Alain Hubert con el título Una mica més de blau al cel de Tàrrega. Y luego, como siempre, se desata la vorágine. 123 compañías, 100.000 espectadores y 700 programadores no son, precisamente, un material manejable si no es con un lenguaje estadístico. El aspecto constante de Tàrrega durante los cuatro días de la feria es el de un vagón de metro en hora punta, pero al aire libre, y con volatineros, malabaristas y clowns en perpetuo jolgorio y pasacalles.
De ahí que explicar Tàrrega sea poco menos que un imposible, y más cuando la mayoría de espectáculos son una pura incógnita. Por suerte, y dejando de lado a los programadores de todo el mundo, que saben muy bien a lo que van, una buena parte del público que acude a Tàrrega es público veterano, al que no hace falta explicarle el abc del funcionamiento de esta feria que es el mayor fenómeno sociológico del teatro español.
A éstos tal vez les sea útil una pequeña lista de obras imprescindibles. De las ya vistas, son excelentes Bésame el cactus, espectáculo de danza contemporánea de Sol Picó; Turruquena, graciosísimo espectáculo de marionetas flamencas de Andreu Carandell; Madame et Monsieur, espectáculo de mimo de Leandre & Claire; Qfwfq, a partir de la obra de Italo Calvino, de la compañía madrileña Teatro Meridional, y El estado del malestar, del animador y predicador Carles Flavià. Para niños está el delicioso Bobot, pieza de danza contemporánea de Mariantònia Oliver.
Del resto, y como todos los años, hay que fiarse de la intuición. La Fira de Tàrrega, que celebra con ésta su 21ª edición, tiene una larga experiencia para hacer que el público se oriente en la maraña de espectáculos. Es importante hacerse con el periódico del festival, que con su título, L'Èxit, anticipa el resultado. Dentro está toda la información necesaria.
En la página 2, por ejemplo, está la dirección de la magnífica página web de la feria (www.firatarrega.com) y el teléfono de información (973 500 039), además de los servicios de transporte -autobús y Renfe- a Tàrrega (desde Barcelona, los trenes salen de Sants Estació a las 8.06, 15.00 y 18.45; los autocares de Alsina Graells salen de la estación del Norte a las 7.30, 10.00, 14.30 y 19.00). Hay, además, información sobre descuentos, la Opció 5 Personal supone el 20% de descuento en caso de que se compren 5 o más entradas.
Otra sección fundamental de L'Èxit se encuentra en las páginas centrales: toda la programación minuciosamente desglosada en horarios y espacios. Resulta imprescindible el plano de la última página. Tàrrega no es una ciudad grande, pero hay que aprender a calcular correctamente las distancias para no acabar con los pies destrozados o tener que correr para no llegar tarde a la función.
Repasando página a página los espectáculos del festival, los hay que parecen tener un atractivo especial. Está la acróbata Fura, con Azoth, y en la misma avenida de Tarradellas, el espectáculo con pirotecnia Arka, del Teatr Ósmego Dnia. Será curioso ver las estatuas humanas de La Rambla de Barcelona, inmóviles entre el gesticulante gentío de Tàrrega. El Espai Reguer concentra los creadores callejeros internacionales de Free Art, en general muy buenos, entre los que destacan, por ejemplo, Anthoni Livingspace y Dirty Fred. Atención a los espectáculos itinerantes, los más característicos de Tàrrega, entre los que cabría destacar Formica Rufa, con las grandes máquinas animadas de Sarruga. De danza, cabe apostar por la Salomé de Las Malqueridas, a partir de la obra de Oscar Wilde. Y en el Pavelló del Club Natació, un espectáculo de circo, Gala, del Teatro La Arena. Pocaconya, veterano de Tàrrega, presenta Humor sapiens.
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