Raúl firma 19 autógrafos

No se sabe si por estar especialmente sensibilizado con los emigrantes, o bien porque estaba ayer de buen humor, el caso es que Raúl firmó 19 autógrafos. ¿Por qué 19? Bien, fueron los que le pidieron al delantero del Madrid nada más bajar del autobús junto con sus compañeros y entrar en el estadio Rheinpark de Vaduz, la capital de Liechtenstein (principado centroeuropeo de apenas 32.000 habitantes). El partido se disputó en medio de una paisaje de postal: un recinto enclavado en un idílico valle, abrazado por dos gigantescas montañas alpinas por las que se escapaba la neblina en la caída de la tarde de ayer. Un estadio para 4.500 espectadores y sin gradas detrás de una de las porterías.

'Oye, ¿aquí hay alguien del Liechtenstein?', le espetó, incrédulo, un aficionado español a otro mientras se disponía a entrar en el estadio. Y en realidad era difícil encontrar a los hinchas locales. En las escuetas gradas del Rheinpark predominaron ayer las banderas, las camisetas y demás símbolos españoles. Sus portadores eran en su mayoría emigrantes procedentes de Suiza, Austria y Alemania.

El entusiasmo de los aficionados españoles con sus jugadores preferidos (Raúl y Mendieta a la cabeza) contrastó con la nula expectación que causaron sus rivales, recibidos fríamente cuando asomaron por el estadio. Se entiende, sin embargo, el desapego del público con sus muchachos, que marcaron por última vez un gol el 7 de junio de 2000, hace pues 14 meses. Y no sólo eso, sino que disparar a puerta, lo que se dice disparar a puerta, lo hacen más bien poco. Hasta el partido de ayer tan sólo había tirado entre los tres palos seis veces en los seis partidos de clasificación.