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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La Iglesia y la enseñanza pública

En los últimos días, han recogido los medios informativos el aparentemente bochornoso caso de Resurrección Galera, profesora de Religión Católica, despedida de su puesto de trabajo por haberse casado por lo civil. Rápidamente, el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, ha salido en defensa del episcopado español y ha calificado dicho despido de 'legal'. Tiene razón. Existe desde 1979 un convenio entre el Estado español y el Estado vaticano, que concede al episcopado español dentro del sistema educativo una especie de cortijo (enseñanza de su religión y control absoluto del grupo de docentes encargados de impartirla), en el que puede hacer y deshacer a su antojo; por lo tanto, es normal que situaciones como la de la profesora Galera se den con frecuencia.

En mi opinión, sin embargo, el motivo de escándalo no debería ser la razón del despido de esta profesora, sino la presencia misma de la Iglesia Católica en la enseñanza pública. Pues, ¿por qué en un país laico se imparte la enseñanza de una religión concreta?, ¿por qué para dar clases de religión católica no existen unas pruebas selectivas objetivas, sino que sus docentes son elegidos a dedo?, ¿por qué se paga con dinero público una asignatura privada?, ¿por qué se puede utilizar la asignatura de religión católica como puerta para, una vez dentro del sistema educativo, acceder a la enseñanza de otras materias?, ¿por qué el Estado, en manos sucesivamente de políticos de diferentes ideologías no ha podido o no ha querido enseñarle a la Iglesia Católica, y, sobre todo, apostólica cuál es su sitio en un país aconfesional?

Supongo que aquello de la omnipresencia de los poderes fácticos sigue vigente en este país de charanga y pandereta, que dijo el poeta.

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