La superación de Paraíso
El alero, de 30 años, brilla como relevo de Herreros tras una carrera en segundo plano
Si Pau Gasol, Raúl López y Juan Carlos Navarro han logrado un papel relevante en la selección a los 21 años, José Antonio Paraíso ha tenido que esperar a cumplir los 30 para lograr el mismo objetivo. Su última temporada, sin embargo, tiene un punto en común. Ha sido fantástica. Si la progresión de sus compañeros es espectacular, con títulos, con su inclusión en el draft de la NBA y con su desembarco en la selección absoluta, la de Paraíso dibuja una línea al alza poco habitual en un jugador de su edad.
Después de nueve años en la Liga ACB a la que llegó de la mano de Aíto García Reneses que lo tuvo un par de años en el Barcelona, ha logrado ser el cuarto máximo anotador absoluto de la competición rozando una media de 20 puntos por partido en una lista siempre capitalizada por jugadores extranjeros. Además acaba de ser fichado por el Pamesa, que en su ambición de codearse con los grandes ha pagado por él unos 280 millones de pesetas al Cáceres. Y hasta ahora ha respondido a las mil maravillas al reto de sustituir en la selección la labor anotadora que venía desempeñando Alberto Herreros, que esta vez ha renunciado a estar en la convocatoria de Javier Imbroda.
Paraíso afirma que nunca se ha olvidado de la selección a pesar de que, desde que fue descartado a última hora de la lista de jugadores que participaron en el Europeo de Francia hace dos años, no había vuelto a ella. 'Aquello fue un palo muy duro. Además, sé que es más difícil llegar a la selección desde un equipo modesto como el Cáceres pero no perdía la esperanza. Siempre he estado pendiente cuando han sido anunciadas las convocatorias. Estar en ellas debe ser el objetivo de todos los jugadores', afirma. Pese a que ya sumaba más de cincuenta partidos internacionales, sus apariciones en la pista habían sido fugaces en las grandes competiciones. Pero ausente Herreros y avalado por su gran temporada, ha llegado su momento estelar. 'Yo sabía que si Javier Imbroda apostaba por mí, tenía que estar bien y ser un hombre importante en el equipo', comenta. 'Si me traía, con 30 años, no era para estar sentado en el banquillo, y más después de haber estado ya anteriormente en la selección'.
Achaca su tardía llegada al primer plano del baloncesto español a una serie de coincidencias aunque afirma que en general a los jugadores de su generación, entre los que están Alfonso Reyes y Nacho Rodríguez, les ha costado un poco más 'salir a la luz'.
Admirador de Epi y Jordan, seguidor de los Lakers de Los Ángeles y del Barça y fanático del 'espectacular' dribling de Raúl López, hasta ahora en Turquía Paraíso ha cumplido dos de sus pequeñas supersticiones: que no le pasen la sal de mano a mano y mascar chicle cuando salta a la cancha. En los dos primeros encuentros en el Europeo, el alero natural de Torrejón de Ardoz (Madrid) ha sido el máximo anotador español, el primer día frente a Eslovenia con 17 puntos en 20 minutos y el segundo ante Letonia con 16 puntos en 30 minutos. Con esos guarismos ha respondido a lo que Imbroda pedía de él: muchos puntos en menos minutos de los 35 de media de los que ha dispuesto el último año en el Cáceres. 'Adaptarse a esa exigencia es algo no se puede entrenar. Supone un esfuerzo de mentalidad. Pero una de las diferencias más positivas que veo de esta selección respecto a otras', asegura, 'es precisamente que cuenta con muchos jugadores capacitados para anotar y para asumir esa responsabilidad. Nuestro juego se basa en el conjunto, con alguna excepción como la de Pau Gasol quien por su calidad y por su físico puede cambiar algunas cosas'. Paraíso está cumpliendo su papel en el equipo y redondeando una temporada excepcional. A los treinta años. Un ejemplo de constancia, tenacidad y superación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.