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Reportaje:

El Príncipe aborda una agenda sin boda

Don Felipe tiene programados varios actos oficiales para este otoño, pero no hay indicio de matrimonio

El próximo día 7, el Príncipe de Asturias comienza su calendario de otoño en Covadonga con la asistencia a los actos conmemorativos del centenario de la basílica. En su agenda hay ya comprometidas muchas fechas. Viajes, recepciones, visitas a organismos oficiales... En octubre acudirá a Italia en el que será su cuarto viaje oficial a un país europeo -antes estuvo en Francia, Portugal y la República Checa-. Después, a mediados de otoño, realizará visitas a diversos organismos de la defensa europea en Bruselas y Estrasburgo. Pero será su tarea como embajador especial de Naciones Unidas para el voluntariado la que más tiempo le llevará. Y entre todo esto, 'en la agenda de los próximos meses no hay nada que indique que vaya a haber un compromiso oficial', precisa la Casa Real.

La residencia del heredero tiene cuatro alturas, 4.800 metros cuadrados, gimnasio y 'jacuzzi'

Tras la foto con su 'amiga', la modelo noruega Eva Sannum, en el salón de baile del palacio real de Oslo en la boda de Haakon de Noruega con Mette-Marit, el pasado sábado 25 de agosto, se busca el más mínimo indicio que facilite una pista sobre la posible boda del Príncipe. Pero de momento no hay nada que permita aventurar que algo vaya a cambiar en los próximos meses. 'Sólo el Príncipe sabe lo que pasará', señalan en la Casa del Rey. 'Son amigos desde 1997 y el tiempo dirá hasta dónde llega esa relación', añaden.

Hasta el Gobierno se interesa por las posibles novedades sobre el estado civil del heredero. Horas después de que la prensa de medio mundo ofreciera la famosa foto, el Rey recibía en el último despacho oficial del verano en el palacio de Marivent, en Mallorca, a José María Aznar. Mientras la cita se producía en el interior, en los jardines un ayudante del presidente del Gobierno preguntaba a la jefa de prensa de la Casa del Rey: '¿Cuántos meses antes de las bodas se anunciaron los compromisos de las infantas? ¿cuatro, cinco...?'. Y advertía de que 'en enero de 2002 España comienza un semestre ocupado por la presidencia de la UE, un trajín diario de actos y viajes'. Asunción Valdés, la jefa de prensa de la Casa del Rey, respondía por enésima vez: 'Hay lo que se ve. El príncipe Felipe y Eva Sannum son amigos. Sólo ellos saben lo que va a pasar'.

Y es que las pistas son pocas y los desmentidos muchos. 'No es cierto que el Príncipe haya dado órdenes de que se aceleren las obras de la que será su residencia [tal como se ha especulado y hasta publicado]', señalan en la Casa del Rey. Su construcción comenzó hace dos años y ya entonces se anunció que estaría acabada el próximo mes de diciembre. Los plazos se cumplirán, pero aún queda el trabajo de interior, el de los decoradores, que se prolongará hasta la primavera.

La casa del Príncipe, una mansión de 4.800 metros cuadrados divididos en cuatro alturas, lo será también en el futuro del jefe del Estado. La actual residencia que ocupan los Reyes se ha quedado pequeña, por lo que la que se está construyendo se ha proyectado pensando en que una vez que se produzca la sucesión se convierta en la pieza principal del complejo del palacio de la Zarzuela. El coste de la vivienda será de 705 millones de pesetas, que fueron ya incluidos en la partida de Patrimonio Nacional en los Presupuestos Generales del Estado del año 2000. El arquitecto encargado de su diseño ha sido Manuel del Río, director del Patrimonio Arquitectónico e Inmuebles de Patrimonio Nacional.

El Príncipe sigue de cerca la marcha de las obras, que visita con frecuencia. En el subsuelo se encuentra una enorme cocina, que ya está casi acabada, y cuartos para el servicio y los servicios de seguridad. Los salones para recepciones ocupan la mayor parte del primer piso, en el que hay dos dependiencias más pequeñas en cada esquina, que parece serán destinadas a uso privado.

En el segundo piso, al que se podrá subir en ascensor, estará el dormitorio del Príncipe, con un baño en el que se ha incluido un jacuzzi, cinco dormitorios con sus correspondientes baños y un despacho-biblioteca. En el ático, don Felipe ha pedido que se instale, entre otras cosas, un gimnasio. Una pérgola unirá en el exterior el primer piso, que se está construyendo con maderas traídas de África y Galicia.

El Príncipe se irá a vivir a su nueva casa cuando las obras concluyan, esté soltero o casado. Y si su estado civil habrá cambiado para entonces es algo que sólo él sabe. 'Nada ha cambiado tras la publicación de la foto de Oslo', dicen. 'Son amigos y cuando se encuentran lo lógico es que estén juntos', añaden. Para muchos esa relación con la modelo noruega es larga por su duración pero no intensa, porque sus encuentros se producen de manera espaciada. Para otros, en cambio, el que don Felipe se paseara entre los miembros de las casas reales de todo el mundo junto a su amiga Eva Sannum es un paso más en una relación que acabará en boda.

A su regreso a Palma tras asistir a la boda en Oslo, el Príncipe ha retomado la que ha sido su rutina de este verano. Acompañado de sus primos María Zurita y Nicolás de Grecia, ha pasado casi todo el tiempo en el mar, bien en el yate Fortuna o en el Llamp. También se le ha visto pasear en un Morgan, un coche joya descapotable de edición limitada, propiedad de Nicolás. Y el martes acudió a la cena de despedida de verano con las autoridades baleares en el palacio de la Almudaina. En muchas de las ocasiones don Felipe ha mostrado su incomodidad por el acoso de la prensa: '¿Otra vez, más fotos?, pero si ésta es la misma camiseta de ayer'.

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