El público rebasa las expectativas de asistencia a la Filmoteca d'Estiu

El cine de calidad bajo las estrellas se ha convertido en uno de los mayores atractivos culturales del panorama estival en Valencia. Así lo entiende el público que ha vuelto a responder a la oferta que se inició el pasado año superando las expectativas de asistencia. Hasta la sesión del jueves, el número de espectadores se elevaba a 19.649, por lo que la Filmoteca estima que la cifra final -las proyeccciones finalizan el 9 de septiembre- superará los 27.000.

La Filmoteca d'Estiu ha insuflado nueva vida a las terrazas de verano, una tradición muy valenciana que se está perdiendo con el cierre pulatino de muchas de ellas. No parece éste, sin embargo, el futuro de la montada en el antiguo cauce del río Turia. Incluso la arriesgada apuesta de abrir la programación con los 177 minutos del clásico del cine mudo Intolerancia, de David Wark Griffith, obtuvo una buena respuesta de público. Sobre un aforo de unas 900 sillas, en las dos sesiones asistieron 1.002 espectadores. El propio pianista que acompañó la proyección, Joan Pineda, señaló que nunca había tenido tanto público en las más de treinta actuaciones que ha ofrecido.

Puede sorprender también que una película que Stanley Kubrick realizó en 1956 como Atraco perfecto llenara prácticamente el aforo en las dos sesiones. Cuando terminó el ejercicio de precisión del hurto de la recaudación del hipódromo, que el espectador conoce desde la perspectiva de cada uno de los atracadores implicados, en un prodigio de narración fílmica, del que bebió, por ejemplo, Tarantino para construir Pulp Fiction, una parte del público rompió en aplausos. Una costumbre que parece ahora como mal vista, pero que demuestra el disfrute y la implicación del espectador con lo que está viendo.

Con una programación de 18 películas que simultanea, siempre en versión original, películas clásicas con interesantes estrenos recientes, la Filmoteca d'Estiu ha tenido en Traffic, de Steven Soderbergh, su mayor éxito de público (2.302), aunque el promedio de sus tres sesiones fuera incluso inferior al de Atraco perfecto.

También El hombre que mató a Liberty Valance, de John Ford, ha funcionado muy bien. No hay muchas oportunidades de escuchar las voces auténticas de John Wayne o James Steward y de ver clásicos como éste en pantalla grande. Lo mismo sucede con otros de los hitos que jalonan la historia del cine, como Laura, de Otto Preminger, o El sueño eterno, de Howard Hawks. Ambas reunieron 2.851 espectadores en cuatro sesiones.

El director de la Filmoteca y, por tanto, del Instituto Valenciano de la Cinematografía Ricardo Muñoz Suay, José Luis Rado, subraya, además, el interés sustitado por películas españolas como El bola, de Achero Mañas, o Leo, de José Luis Borau, que apenas se mantuvieron en salas camerciales, así como la respuesta a Intolerancia.

En la Filmoteca ya se piensa en la posibilidad de ampliar la programación en futuras ediciones dado el éxito de público, que mientras disfruta de una buena película al aire libre puede zamparse un bocata. Un éxito que contrasta con las insuficientes instalaciones de la Filmoteca de la Generalitat en el edificio Rialto. Y eso que es una de las filmotecas con mayor número de espectadores de toda España.