Cientos de manifestantes anti-OTAN bloquean el Parlamento macedonio
Difícil debate sobre los derechos de los albaneses
Cientos de manifestantes eslavos bloquearon ayer las entradas del Parlamento de Macedonia, retrasando seis horas el inicio del debate sobre la reforma constitucional necesaria para conceder derechos adicionales a la minoría albanesa. El debate estaba previsto en el acuerdo firmado hace dos semanas por los principales partidos políticos bajo auspicio de la OTAN. 'No es perfecto, pero ningún acuerdo lo es', dijo el presidente, Borís Trajkovski, 'y la alternativa es la guerra'.
Los manifestantes -que ondeaban banderas macedonias rojas y amarillas y pedían la dimisión del Gobierno- portaban pancartas con lemas anti-OTAN y protestaban contra un pacto que consideran forzado por la guerrilla albanesa a punta de pistola. 'Estoy aquí para defender Macedonia', decía entre lágrimas Ilinka Slezenkova, una de las manifestantes que bloquearon los accesos a la sede del legislativo. 'Pueden entrar sobre mi cadáver'.
Straso Angelovski, líder de un pequeño partido nacionalista que organizaba la manifestación,señaló que 'la gente se ha dado cuenta finalmente de que hay que evitar este acuerdo'. La policía antidisturbios, controlada por el ultranacionalista ministro del Interior, Liuben Boskovski - cuya gestión ha sido criticada por haber armado reservistas eslavos para combatir a la guerrilla albanesa-, no actuó para impedir el bloqueo.
'La votación decidirá el futuro de Macedonia', dijo Trajkovski al comienzo del debate parlamentario. El presidente instó al pleno a respaldar el acuerdo firmado el 13 de agosto por los líderes de los principales partidos políticos, dos albaneses y dos eslavos, que pretende poner fin al conflicto entre la guerrilla albanesa y las fuerzas centrales. Según ese pacto, el Parlamento debía reunirse ayer para debatir los cambios constitucionales con los que se pretende otorgar más derechos a la población albanesa de esta ex república yugoslava. Las reformas debatidas incluyen un incremento en el uso oficial de la lengua albanesa, un aumento del número de albaneses en la policía y la descentralización del Gobierno para permitir a los albaneses intervenir en asuntos que les conciernen.
Los cambios en la Carta Magna deberán pasar por otras dos votaciones, una de mayoría simple y otra de mayoría de dos tercios, de aquí al 27 de septiembre, segun los términos del acuerdo político. Muchos representantes occidentales han expresado su frustración porque los líderes macedonios que firmaron el acuerdo de paz no han hecho lo suficiente para convencer a sus ciudadanos de que el pacto va en su interés.
La guerrilla ha aceptado desarmarse y disgregarse a cambio de las reformas que se debaten. Hasta ahora ha entregado más de 1.400 armas a los soldados de la OTAN. La alianza espera recoger 3.300 armas de los rebeldes durante la misión Cosecha Esencial, que durará 30 días y que involucra a unos 4.500 soldados. Muchos macedonios piensan que las armas que entregarán los rebeldes no serán todas las que poseen ni las más valiosas. Muchos dirigentes eslavos rechazan esa cifra porque creen que el arsenal rebelde es varias veces mayor. El primer ministro, Ljubco Georgievski, la ha calificado de 'ridícula'.
Los manifestantes que protestaban ayer son sólo una pequeña fracción de la población de Macedonia (de alrededor de de dos millones de personas), pero existe un escepticismo generalizado sobre el plan de paz, el papel de la OTAN y el compromiso de la guerrilla albanesa. El conflicto ha provocado un gran número de muertos y más de 100.000 desplazados, y ha estado a punto de degenerar en una guerra en toda su escala del tipo de las que han devastado los Balcanes en la pasada década.
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