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Gescartera engañó a la mutua policial con un papel falso cuando ya estaba intervenida

Camacho aseguró al director del organismo que 'la intervención era un mero trámite'

La Mutualidad de la Policía intentó recuperar su inversión de 1.500 millones en Gescartera a finales de junio, cuando la agencia ya estaba intervenida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Antonio Camacho, eje del escándalo, y Aníbal Sardón, que captó la inversión a través de Asesoría y Gestión del Patrimonio (AGP), calmaron a la mutua al asegurar que 'la intervención era un mero trámite' y exhibieron 'un documento confidencial' de la sociedad fantasma Martin Investment, creada por el propio Camacho, para simular que el dinero 'estaba invertido en esa sociedad' de EE UU.

Sardón explicó durante su declaración en la Audiencia Nacional que, 'cuando se intervino Gescartera por parte de la CNMV (...) más o menos a finales de junio', él y Camacho acudieron a entrevistarse con el director y vicepresidente de la Mutualidad de Previsión Social de la Policía (Mupol), José Sombrero, al que le dijeron 'que la intervención era un mero trámite'. En esa reunión entregaron a Sombrero el documento 'confidencial' de Martin Investment Llc -radicada en Newark, en el Estado de Delaware- y le dijeron que estuviera 'tranquilo, ya que el dinero estaba invertido en dicha sociedad'. El agente recuerda que en la segunda página de dicho documento aparecía 'dónde se ha podido hacer la inversión'.

Sombrero, que ya había expresado a los responsables de Gescartera sus dudas sobre la veracidad de los certificados de La Caixa que avalaban su inversión, quiso entonces hablar directamente con la CNMV, pero Sardón le pidió que primero mantuviera una conversación con José María Ruiz de la Serna, apoderado de Gescartera, ya que 'éste sabía dónde estaba todo el dinero'.

Una fecha extraña

La fecha en la que Camacho efectúa esta maniobra, cuando la agencia ya está intervenida por la CNMV, resulta significativa, porque da a entender que el dueño de Gescartera no consideraba que todo estaba perdido, y quizá todavía guardaba esperanzas de solucionar sus problemas. De hecho, en 1999, tras una dura inspección en la que el encargado del caso le amenazó con la intervención y con denunciarle ante la Audiencia Nacional, Camacho logró, mediante documentos bancarios falsos, evitar que Gescartera fuera intervenida por la CNMV.

Además, a mediados de junio, cuando se produce la intervención, el caso todavía no ocupaba en los periódicos la trascendencia que ha ido tomando después, lo que quizá contribuyó a que Camacho albergase esperanzas de una solución de algún tipo.

Aníbal Sardón agregó en su declaración judicial que antes de que los representantes de la Mutualidad acudieran a la CNMV, el apoderado se puso en contacto con Sombrero, al que le dijo que estuviera 'tranquilo y que el dinero existía', como demostraba el citado documento de Martin Investment, que ha sido calificado de 'papel burdo y ridículo' por los empleados de Gescartera.

Los directivos de la entidad han explicado a sus mutualistas que se decidieron a invertir los 1.500 millones porque ya habían trabajado previamente con la agencia, porque ésta ofrecía 'las garantías máximas que se pueden ofrecer' y porque la ONCE era propietaria de un 10% de Gescartera, 'y su consejero delegado es un responsable de la ONCE'. No obstante, la Mutualidad exigió garantía del principal y los intereses de la inversión.

Dicha garantía fue un certificado de La Caixa, ya reputado como falso, garantizando los 1.500 millones, y otro más de la misma entidad por 90 millones. Sardón declaró a la juez Teresa Palacios que fue él quien entregó a la mutualidad el certificado de La Caixa, después de recogerlo en la oficina de Gescartera. El comercial, tras explicar que no sabía quién había elaborado esos documentos falsos que le había dado 'la señorita Eva', precisó que 'lo lógico' era que fuera Camacho quien lo extendiera.

Sardón captó los 1.500 millones de la Mupol en febrero del año pasado. La oferta consistía en invertir el dinero en un depósito estructurado, por un periodo de 12 meses y con un interés mínimo del 6%. La propuesta por escrito fue remitida por Sardón al director de la mutualidad, José Sombrero, el 25 de febrero de 2000. Mupol ya había trabajado anteriormente con Gescartera y AGP sin que hubiera problemas, al menos que se conozcan.

Cubrir pérdidas

La Mupol, que ya se ha personado en la causa como perjudicada, al igual que el Sindicato Unificado de Policía (SUP), ha calmado a sus 23.000 mutualistas, a los que les ha comunicado que, incluso si no se pudiera recuperar un duro de la inversión, la pérdida se podrá cubrir 'con la rentabilidad del ejercicio presente'. Este organismo dispone de unos fondos propios de más de 23.000 millones de pesetas.

De ese dinero, 5.273 millones están invertidos en renta variable, mientras que otros 10.023 están invertidos en renta fija, desde valores filatélicos a bonos de la República de Brasil, según figura en la última memoria de la Mutualidad.

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