Debú espectacular de España
El equipo de Imbroda y la quinta de Gasol se mostró demoledor ante el esloveno
La nueva selección española, autoritaria, implacable y hasta espectacular, presentó sus credenciales en un Europeo al que llegaba con razonables dudas. El estilo con el que desarboló a la eslovena resultó reconfortante para un equipo con tantas novedades. Se temía tanto los nervios del estreno como la falta de referencias al máximo nivel de toda una quinta, la de Gasol, Navarro, Raúl López y Felipe Reyes, y el respaldo que podían ofrecerles jugadores que regresaban tras fugaces apariciones, como Lucio Angulo y Paraíso. Y fue este último quien lanzó al equipo español agujereando una y otra vez el aro rival.
Javier Imbroda, que también afrontaba su bautismo como seleccionador en un torneo oficial, recurrió a un quinteto que batió en todos los terrenos al cuadro contrario, en el que estaban muchos de los jugadores que hace dos años, en el anterior Europeo, derrotaron por 10 puntos a España y estuvieron a punto de enviarla a casa a las primeras de cambio.
Pero ayer todo fue diferente. Imbroda ofreció la titularidad a Raúl López, Angulo, Paraíso, Gasol y Alfonso Reyes y en apenas un cuarto de partido España ya martirizaba a Eslovenia con un absoluto dominio del rebote y la muñeca de Paraíso ajustando las cuentas con 14 puntos en un periodo que se cerró con un significativo 25-15.
Los eslovenos cayeron en un estado comatoso del que ya no se recuperaron en todo el encuentro. Nesterovic, un pívot de la NBA con el Minnesota, sumó tres faltas en un abrir y cerrar de ojos; Becirovic apenas hizo acto de aparición, y McDonald, el base estadounidense nacionalizado esloveno, se hizo un lío con el timón ante el marcaje al que fue sometido por Angulo.
Le costó anotar su primera canasta a Gasol, pero no por ello dejó de ser valioso gracias a su intimidación en la zona, a su maravillosa habilidad para subir el balón como si de un base se tratara y a una continuidad reboteadora que le convirtió, con nueve capturas, en el mejor del partido en una faceta en la que España supero por 41-26 a su adversaria.
La selección no bajó tampoco el pistón cuando Imbroda recurrió a un quinteto mucho más atípico, con Rodríguez, Vázquez, Jiménez, Kornegay y Garbajosa. La maravillosa facilidad y el desparpajo con el que actúan en todo momento Raúl López, Navarro y Gasol se vio complementada a la perfección por la labor de sus compañeros. La sencillez y la autoridad que desplegó el equipo llegó a hacer pensar que el partido fue más fácil de lo que lo fue en realidad. Así, se permitió el lujo de llegar ya al último cuarto con todo sentenciado (71-47).
El debú no pudo ser más estimulante para un torneo que se prevé más difícil de lo esperado, visto el estimable potencial de Letonia, el equipo teóricamente más débil del grupo y que ayer puso contra las cuerdas a Turquía, el anfitrión, que precisó de Dios y ayuda y hasta de una prórroga para vencer.
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