Disfrazar las limitaciones

Eslovenia, la selección que estuvo a punto de enviar a casa a España a las primeras de cambio hace dos años, en el Campeonato de Europa de Francia, vuelve a ser hoy rival de la selección que ahora dirige Javier Imbroda.

España perdió entonces por 75-85 y para superar los octavos de final tuvo que esperar a que Francia, que llegó a sufrir 19 puntos de desventaja en el primer tiempo- venciera luego a la propia Eslovenia.

Curiosamente, después de aquel mal trago, la selección, que llegó a tener preparados los billetes de regreso, superó a Lituania y a la misma Francia y acabó logrando la medalla de plata.

Becirovic, un escolta anotador que ya en esa época, con 18 años, jugaba en el equipo esloveno y que, tras convertirse en una de las piezas más cotizadas del baloncesto europeo, acaba de fichar por el Kinder de Bolonia, y Nesterovic, un pívot que juega en la NBA con los Wolves de Minnesota, forman el eje de un equipo que ha subido muchos enteros con la incorporación del base estadounidense Arriel McDonald, nacionalizado.

Otro jugador del Kinder, el ala-pívot Smodis, y el ex madridista Milic, alero, completan, junto a Jurkovic, la respetable base eslovena.

'Es un adversario muy complicado', opina Imbroda; 'así que trataremos como podamos de de disfrazar nuestras limitaciones y de hacer aflorar nuestras virtudes'.

La falta de tiro exterior y de sincronía en el ritmo del juego y un exceso de balones perdidos son algunos de los defectos que subsanar.