La quinta de Gasol, a examen

Turbada por las tremendas oscilaciones de sus biorritmos y sus resultados en la fase preparatoria, pero fiada a la fulgurante ascensión de un jugador como Pau Gasol, que va a entrar por la puerta grande en la NBA, la selección española acomete a partir de hoy (20.15, La 2), ante Eslovenia, la 32ª edición del Campeonato de Europa de baloncesto, una competición que no ha ganado nunca.

Una de las virtudes de la quinta de Gasol, la de los jugadores nacidos en 1980, es que ha roto algunos de los límites de sus predecesores y ganado un Europeo y un Mundial júniors. La comparación, ya en edad adulta, de las mejores generaciones está servida. Eso sí, España, encuadrada en el Grupo B con Eslovenia, Letonia y Turquía, no es favorita. Entre otras razones, porque ahí está Yugoslavia, que saca un largo de distancia a todos, así como Francia, la subcampeona olímpica; Italia, Rusia, Croacia y Alemania.

Tras la etapa de Lolo Sainz como seleccionador, finalizada con la decepcionante novena posición en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, se ha confiado la dirección técnica a Javier Imbroda, hasta entonces su ayudante y hasta hace bien poco entrenador del Caja San Fernando. Así, la mitad de los efectivos han cambiado, aunque dos de los ausentes, Herreros y Dueñas, se han quedado en casa por decisión propia cuando su experiencia y calidad -capacidad resolutoria y poder intimidatorio- se antojaban de vital importancia.

El Mundial, gran objetivo

La reestructuración obligada del equipo ha causado que planee una gran duda sobre lo que puede dar de sí en una competición tan fuerte. El objetivo, proclamado ayer de manera categórica por Imbroda, es quedar entre los cinco primeros. Se lograría así la clasificación para el Mundial, que se disputará en 2002 en Indianápolis (Estados Unidos).

A su vez, Nacho Rodríguez, que hoy cumplirá su partido número 100 con la selección, asegura que está por ver lo que se puede dar de sí con tanta variación y no se atreve a valorar en qué aspectos es mejor o peor este conjunto que el de torneos anteriores. Juan Carlos Navarro también se remitió al partido de hoy como prueba del algodón: '¿Competitivos?, se preguntó a sí mismo. 'Eso se tiene que ver ante Eslovenia', se respondió.

Gasol, que hace un año no estuvo en Sydney porque Sainz consideró que a su juego todavía le faltaba cierta madurez, es ya, a sus 21 años y después de una temporada fantástica en la que fue proclamado el jugador más valioso de la Copa y la Liga y elegido en la tercera posición del draft de la NBA, la pieza angular de la selección. En ella cuenta con tres compañeros de quinta: Raúl López, otro que ha abierto nuevas perspectivas en el baloncesto español al ser designado en el puesto 24º del draft, el propio Navarro y Felipe Reyes. Imbroda brindó ayer por este cuarteto: 'Están llamados a ser los referentes y lo pueden ser ya'.

Las posibles pegas en la apuesta por la docena de jugadores que ha elegido el nuevo responsable del equipo nacional no están tanto en los jóvenes como en los jugadores de experiencia que deben arroparles, a excepción de Rodríguez y Alfonso Reyes. Pero ni los ya citados ni los demás han conseguido hasta ahora resolver los problemas de falta de tiro exterior -a pesar de que Paraíso concluyó la Liga con una media de casi 20 puntos- y de pérdidas de balones que ha acusado el equipo en la fase preparatoria.

En general, el torneo se va a distinguir precisamente por el relevo generacional en casi todos los cuadros. Muchos veteranos han renunciado. Además de Herreros y Dueñas, tampoco están presentes Divac, Djordjevic, Rebraca, Myers, Abbio, Rigaudeau, Tsakalidis, Mijailov o Kukoc, entre otros. Sin embargo se espera mucho de los jóvenes, como Gasol; el griego Fotsis, que será su compañero en los Griz-zlies de Memphis; el esloveno Becirovic, el ruso Kirilenko o el francés Parker.