'Nos dijo que había tenido un roce con el autobús y dormí estupendamente'
Se despertó el miércoles contenta como unas castañuelas. María Dolores Falcón había soñado que su hijo Enrique regresaba de Perú con un espejo de regalo para ella. 'Para que te mires', me decía en el sueño', relataba ayer en su domicilio de El Viso del Alcor (Sevilla), donde su marido Enrique Vergara atendía constantes llamadas telefónicas de allegados preocupados por el suceso.
Enrique Vergara Falcón, de 27 años, director de la oficina provincial de asistencia económica y fiscal de Osuna de la Diputación de Sevilla, recibió ayer el alta hospitalaria con un collarín como huella inconfundible de lo ocurrido. A pesar de la gravedad del suceso telefoneó el miércoles por la noche, al igual que el resto del grupo, a su hogar con una flema británica. 'Nos dijo que habían tenido un roce con el autobús, así que yo dormí estupendamente hasta las 6.30 que escuché la noticia del accidente en la radio', revive su madre.
Sin embargo, la mayor parte de la familia de Luis González Portillo, de 43 años, natural de Vélez Málaga, recibió ayer por la mañana la noticia del accidente, informa Esperanza Peláez. González Portillo sólo había podido contactar con su hijo y una de sus hermanas el miércoles. 'Al principio reaccionamos con preocupación, pero cuando habló con su hijo nos quedamos más tranquilos', explicó su hermano Juan Luis. El cooperante trabaja en el área de Promoción y Desarrollo de la Diputación de Málaga, donde evalúa proyectos de cooperación. A diferencia de Vergara, que ya viajó a Cuba con Solidaridad Internacional en 2000, el voluntario malagueño se estrenaba como tal en Perú después de actividades solidarias en Cuba.
Isabel Perea, de 29 años, psicóloga de la Diputación de Huelva, abandonó Minas de Riotinto el pasado 3 de agosto para unirse al resto de voluntarios, informa Fernando Arnaiz. Su madre explicó que lo pasó mal, al igual que hace dos años cuando su hija se desplazó a Cuba: 'A mí no me gusta nada que realice este tipo de viajes, porque te quedas con la incertidumbre de lo que le pueda pasar'. Isabel Perea telefoneó a su familia desde el hospital donde le examinaban un fuerte golpe en el esternón.
Otra de las cooperantes dada de alta ayer es Lola Rosa Ruiz, profesora de Secundaria de 32 años, natural de Mancha Real (Jaén), informa Ginés Donaire. 'Nos llevamos un susto tremendo, pero al menos nos quedamos tranquilos al hablar con ella', dijo ayer Francisco Rosa, quien indicó que su hermana colabora asiduamente con Jaén Acoge, aunque ésta era su primera salida al extranjero. También el informático Francisco Briceño García, de 28 años, que reside en San Fernando (Cádiz), colabora con diversas organizaciones humanitarias y de defensa del medio ambiente, informa Francisco José Román.
Nerviosa aún por lo sucedido, Pilar Gallego, la madre de la benjamina del grupo, Marta Recio Gallego, estudiante sevillana de 22 años, tuvo un especial recuerdo para la única víctima mortal, Ángel Gonzálvez. 'Era un tío estupendo, que valía mucho', dijo Pilar Gallego, quien recordó cómo Ángel se ofreció, mientras esperaban en el aeropuerto, a cuidar de su hija 'por ser la más pequeña del grupo'.
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