Política Territorial descarta recurrir al peaje para financiar el túnel de Bracons

El polémico proyecto del eje Vic-Olot por el túnel de Bracons que proyecta el Gobierno catalán tendría un coste estimado de alrededor de 20.000 millones de pesetas. A pesar de que hasta ahora siempre se había contado con la posibilidad de establecer un peaje para sufragar parte del coste de construcción, el director general de Carreteras, Jordi Follia, declaró ayer a TV-3 que queda descartada la instauración de peajes en esta nueva vía.

El anuncio del director general coincide con las afirmaciones del consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat y ex alcalde de Olot, Pere Macias, quien aseguró recientemente que no permitiría que se construyera ni un solo kilómetro más de peaje en suelo catalán. Las declaraciones del consejero se producen después de que la campaña emprendida por varios municipios y fuerzas políticas en contra de los peajes hubiera obtenido un importante eco ciudadano.

Hasta ese momento, la Generalitat había considerado la posibilidad de implantar algún tipo de peaje blando para obtener fondos con los que sufragar los costes de las obras. Salvem les Valls, la plataforma ciudadana de oposición al proyecto, confía todavía en poder evitar la construcción de este eje viario y advierte que la pérdida de la posible vía de financiación que supone el peaje, descartada ahora por su manifiesta impopularidad, dificultará a la Generalitat encontrar el dinero necesario para pagar la carretera.

Por otra parte, la plataforma asegura que todos los intentos para que la Unión Europea sufrague esta infraestructura, que consideran innecesaria, no han prosperado. Jaume Cabanyes, integrante de la entidad opositora, aseguraba ayer que los argumentos judiciales presentados contra el eje son claros, por lo que esperan un pronunciamiento de los tribunales de justicia que les sea favorable.

Cabanyes asegura que las prisas por empezar esta obra, cuyo proyecto ejecutivo debe estar terminado antes de fin de año, obedecen a una 'obsesión' del Departamento de Política Territorial.

Los ecologistas confían en que si consiguen paralizar el proyecto hasta las próximas elecciones autonómicas, el eje Vic-Olot no se llegue a construir y se opte por otras inversiones menos espectaculares pero socialmente más prioritarias, como el desdoblamiento de la carretera entre Besalú y Banyoles.

La celeridad que la Generalitat ha impreso al proyecto se evidenció hace unos meses en las sucesivas interrupciones de las catas y prospecciones sobre el terreno, realizadas por una empresa que no disponía de los preceptivos permisos. Hasta tres veces fueron interrumpidos estos trabajos previos -que permanecen inconclusos- por parte de los Mossos d'Esquadra, los agentes del cuerpo de Forestales y el Ayuntamiento de Sant Pere de Torelló por carecer de licencia para efectuarlos.