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El 'pinchazo' telefónico que dejó a Nacho al descubierto

La detención de los autores del intento de asesinato del abogado José Emilio Rodríguez Menéndez fue tan inmediata como casual. La Unidad Central de Delincuencia Organizada del Cuerpo Nacional de Policía tenía pinchado el teléfono de Ángel Suárez, Cásper, supuesto cabecilla de una banda dedicada a robar bancos mediante el método del butrón.

Tras disparar desde la moto al letrado, José Ignacio Rocha, Nacho, telefoneó a su amigo Cásper. Le contó que estaba herido y que necesitaba urgentemente un médico de confianza. Los agentes notaron esa noche a un Cásper frenético, que no paraba de telefonear a amigos en busca de un médico. Sobre las dos de la madrugada del 17 de junio, Cásper (cliente del despacho de Rodríguez Menéndez) telefoneó a un abogado amigo. En todas sus conversaciones, Cásper intuye que tiene el teléfono intervenido y elude hablar claro.

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-José, tengo un amigo que tiene un problemín, un problemón grave ¡Necesita un abogado, un médico! ¿Tú tienes alguien de confianza?

-Sí, yo... el abogado, yo...

-No, no, un médico.

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-¿Un médico? ¿De qué tipo? O sea, normal.

-O sea, con una herida.

-Ya, ya, ya, ya... Pues es que no sé ahora mismo...

Finalmente, y tras una docena de nerviosas llamadas, un amigo telefonea a Cásper para decirle que un veterinario de Rivas examinaría a Nacho. Al facultativo le dijeron que, durante una cacería, varios perros habían sufrido heridas de postas y también uno de los cazadores. El veterinario se quedó perplejo cuando vio entrar en su consulta a dos hombres que sujetaban a un tercero por los hombros.

'¿Dónde están los perros?'

'¿Dónde están los perros?', preguntó. 'Bueno, vienen en otro coche, atienda antes a éste', le dijeron. El veterinario, extrañado, lavó la herida del glúteo y les instó a llevar al herido a un hospital. Al día siguiente del disparo a Rodríguez Menéndez, la prensa recogió el suceso y especuló con que uno de los ocupantes de la moto estaba herido. Los agentes hilaron de inmediato. Pidieron al juez una orden de entrada en la casa de Nacho y le detuvieron. Éste, delante de los funcionarios judiciales, desveló toda la trama e implicó en ella a la esposa del abogado. Y, como prueba. aportó una cinta de conversaciones entre ambos.

Laura fue detenida el día 19 de junio en el vestíbulo del hospital Clínico, cuando iba a visitar a su marido. En comisaría aseguró que era 'totalmente falso' que hubiese propuesto a Nacho matar a su marido. El 20 de junio, Laura amplió por completo su declaración y aclaró que Nacho le sonsacó datos sobre su marido y que la persuadió para cometer un robo en su casa, pero negó haber propuesto el asesinato.

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